El ambiente de trabajo y la productividad tienen una relación de proporcionalidad directa para las empresas. Esta demostrado que las personas que prestan sus servicios en empresas con un ambiente de trabajo favorable son muchísimo más productivas.
Las empresas que cambian sus hábitos y están más concienciadas de la importancia de cuidar todos los aspectos relacionados con el bienestar de sus trabajadores obtienen más beneficios. Las que ponen en marcha acciones destinadas a ello comprueban que sus empleados están más motivados y tienen un mayor nivel de compromiso - se convierten en los fans nº1 de la empresa – y consecuentemente crece su productividad, lo que a fin de cuentas revierte en los resultados empresariales.
Pero los beneficios no acaban ahí; una empresa con la mente abierta, que escucha a su equipo y está dispuesta a “cambiar”, buscando proactivamente generar las premisas y condiciones de un buen ambiente laboral, es percibida por el mercado como una empresa en la que confiar, es decir, influye en la reputación de una marca y por ende del negocio.
Los estudios confirman que las personas que son felices en su puesto de trabajo resultan hasta un 12% más productivas que las que no lo son. A la hora de elegir dónde trabajar el 9% considera un factor decisivo que el ambiente sea agradable y que éste sea desfavorable es para el 45% el principal motivo de descontento según Randstad, lo que puede suponer una continua fuga de talentos que podrían haber desarrollado su máximo potencial en la empresa.
Ciertamente un clima óptimo no se construye de la noche a la mañana, conlleva cambios en la mentalidad y forma de actuar que se reflejan en acciones concretas. ¿Cómo contribuir a crear un mejor ambiente de trabajo? La felicidad está en los pequeños detalles o por lo menos empieza por ellos. Con gestos tan sencillos y económicos como sonreír, escuchar o dar las gracias. Al mismo tiempo que hay formas en que las empresas pueden ayudar a mejorar el ambiente de trabajo como ofrecer flexibilidad horaria, disponer de un espacio físico agradable, cuya decoración sirva a los objetivos del equipo que lo vaya a ocupar, y uno dónde se pueda descansar o pensar, impulsar la participación en proyectos o eventos dónde los trabajadores puedan conocerse fuera de la oficina y se realicen como personas.
Dotar a las oficinas de una fuente de agua fresca (la hidratación es primordial) y una cafetera (el “momento cafeína” también ayuda). Proporcionar un espacio para comer y reponer fuerzas a lo largo del día con todos los elementos necesarios para ello.
Otros factores clave para un ambiente laboral positivo dependen de los empleados. ¿Sabíais que tener buenas relaciones laborales es sinónimo de satisfacción para el 46% de los trabajadores según un reciente estudio de LinkedIn?
Para un buen ambiente laboral y en el sentimiento de pertenencia a la empresa hay diferentes actividades como la Comida de Verano, el Team Building y la Cena de Navidad (para la que queda menos de un mes) que ayudan mucho a reforzar los vínculos de las personas que forman la empresa.
Y como esta muy cerca esta fecha tan señalada como es la Navidad animo a toda empresa que busque un espacio y momento para festejar que tienen trabajo y que van a ser muy productivos, si se lo proponen, con tan solo unos pequeños cambios de actitud y compañerismo.





