Baleares cuenta ya con 213.260 pensiones contributivas, según los últimos datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Sin embargo, tras la cifra oficial se esconde una realidad incómoda. Uno de cada seis pensionistas en las Islas sobrevive gracias a los complementos a mínimos, un parche imprescindible para alcanzar la cuantía básica que marca la ley.
En agosto de 2025, la pensión media en el archipiélago se situó en 1.225,75 euros mensuales, un 4,62 por ciento más que en el mismo mes del año anterior. La mayoría de prestaciones son de jubilación —142.702 personas, con una media de 1.391,56 euros—, seguidas de las de viudedad (45.613 beneficiarios, con 845,22 euros de media) y las de incapacidad permanente (18.721 pensiones, con una media de 1.145,80 euros).
El dato que marca la diferencia es el de los 32.749 pensionistas que perciben un complemento a mínimos, la única vía para no quedar por debajo del umbral legal. El impacto de esta realidad es desigual: afecta al 19,9 por ciento de las mujeres frente al 9,8 por ciento de los hombres, reflejando la brecha que arrastran ellas tras toda una vida laboral más fragmentada, con sueldos bajos, empleos precarios y largas lagunas de cotización.
A esto se suma el complemento por brecha de género, que reciben 22.415 pensionistas en Baleares, con un importe medio de 74 euros mensuales. Una cifra modesta que evidencia, una vez más, cómo la desigualdad salarial y laboral se arrastra hasta la vejez.
EL GASTO RÉCORD EN ESPAÑA
En el conjunto del Estado, la Seguridad Social destinó en agosto 13.620,8 millones de euros al pago de las pensiones contributivas, un 6,2 por ciento más que en 2024. La pensión media nacional se sitúa en 1.312,9 euros mensuales, ligeramente por encima de la balear, mientras que la media de jubilación alcanza los 1.507,55 euros.
El sistema suma ya más de 10,3 millones de pensiones en todo el país, repartidas entre más de 9,38 millones de personas.