Este mes de octubre servirá para poner a cada competidor en su sitio de cara al contenido de la carrera de fondo que debe posicionar a los equipos para afrontar el tramo final de la liga, semifinal en el caso de Segunda B. Tras su derrota en Sabadell, el Atlético Baleares, algo sobrevalorado, se evapora dentro de la bruma de media tabla, a doce puntos del líder pero por fortuna a solo tres del play off al que aspira. Lo malo es que tras justificar su mal inicio en Son Malferit amparado en el césped artificial y las escasas dimensiones del terreno de juego, fue a jugar uno de sus peores partidos en un campo cuyas condiciones son las deseadas por sus jugadores y técnicos frente a un enemigo asequible. La escuadra de Armando de la Morena solo se ha distinguido hasta le fecha, salvo excepciones puntuales, por su mal humor y su frontal oposición a las expectativas despertadas o inducidas.
En el extremo opuesto se instala el Mallorca de Vicente Moreno, líder incontestable cuya única duda hasta el momento viene generada por la docilidad de su calendario. No hay cocos a la vista en esta pobre categoría, pero conviene aguardar el desfile de los Elche, Villarreal B, Mestalla, Lleida, Hércules, Sabadell, etc, antes de que baje el telón de esta primera vuelta que transcurre dócilmente. Frente al Cornellá, cuarto clasificado de ficción, no se notó la ausencia de Lago Jr, sancionado, ni nadie echó de menos a Roigé tras revelarse Ferrán Giner como dinamizador de un once en el que Fernando Cano pide y tiene sitio. El cabecilla de Segunda B mantiene el paso de su firme inicio con una idea preconcebida a cuyo servicio se ha prestado una plantilla a la que avalan los resultados y la lógica de su jefe, el entrenador.