Cada día hay una convocatoria de manifestaciones en España. Hay tantas razones para protestar en la calle. Ya no sé a la que tendría que ir, si no fuese, porque la mayoría son para joder al partido contrario.
Esta moda de las manifestaciones empezó en España antes de la muerte de Franco. En todas las universidades, cada miércoles, jueves y viernes, y en caso contrario, durante todala semana o la quincena, se convocaban asambleas de estudiantes que terminaban con una manifestación y /o una sentada. Era cuando los grises (la policía nacional de aquella época) aparecían en escena porra en mano y a golpes en las piernas y en el culo nos obligaban a “deponer nuestra actitud”, decían. Manifestarse en contra de lo que sea. Eran tan habituales que en los cursos 1974/75 y 76, en muchas facultades, en la mía de Bellaterra, se repartían como caramelos los aprobados de los exámenes. Muchos profesores lo hacían porque era su forma de agradecer la implicación de los alumnos en la lucha por la democracia. Otros, porque su ideario político estaba en contra de los exámenes y de los rectores de aquellos años. Era su forma de protesta.
Ahora siguen las manifestaciones y convocatorias por mil motivos diferentes. Pero si se fijan, estimados lectores, siempre es por la misma razón: oponerse al enemigo.
En las islas, las manifestaciones convocadas son, una para protestar contra la corrupción del entorno de Pedro Sánchez y del PSOE. La otra es contra la turistificación, los problemas derivados de la masificación turística, los salarios bajos de la hostelería, los cruceros, los coches de alquiler, los hoteleros, y, sobre todo, contra el Gobierno del PP que con el apoyo parlamentario de VOX ha aprobado los presupuestos de la Comunidad y está buscando soluciones para los problemas del presente y del futuro relacionados con el sector y la industria turística.
Tienen todo el derecho del mundo y, en muchas cosas, más razón que un santo.Todos, sin excepción. Lo que pasa, es que no sirve para nada, esto de manifestarse. Solo para hacer piña con los compañeros, camaradas, amigos o afiliados al partido, la asociación vecinal, el grupo ecologista, la plataforma, el sindicato o el Ball de Bot.
Las derechas y las izquierdas necesitan tener animados y activos a sus seguidores, que si no se duermen y dejan de protestar. Y si, como se supone, este gobierno cae antes de un año, habrá que movilizara todo el mundo. El que pueda que haga, y el que sepa que robe. Se necesitará mucho dinero para hacer las campañas ilegales de promoción de los partidos. Ese delito que han cometido todos los partidos en España, desde las primeras elecciones democráticas. Yo les animo a que anticipen su manifestación, esta semana, y se acerquen a cualquiera de las mesas expositoras de la Feria del Libro. Mire, pregunten al librero y cómprense el libro que les parezca más interesante. Lean todo lo que puedan, lean mucho y de distintos autores y filosofías. Recuerden la famosa cita de Sócrates, que es más cierta que el sol que nos ilumina: el conocimiento os hará libres. Y no la confundan con la cita nazi: "Die arbeit macht frei" (el trabajo os hará libres). Esa es otra historia.
