Y usted con estos pelos

Mientras esperamos a que la Tierra y los Océanos se traguen a los griegos por haber ejercido aquello que inventaron desafiando al poder real, la que te rondaré morena con lo que nos espera por aquí.

Si a las elecciones municipales y autonómicas de medio pelo (o sea, las nuestras y las del resto de no históricas)  le sumamos las autonómicas andaluzas recién convocadas, las catalanas convocadas hace poco y las generales según lo previsto, solo faltará que le nombren a usted presidente o secretario de su comunidad de vecinos o delegado de curso para que la fiesta de la democracia sea completa. Esto va a ser un no parar de votar.

Y en ese no parar va a estar permanentemente presente (quizás en las de su finca no, pero no se confíe) la disyuntiva, la dicotomía, la disputa, el enfrentamiento en OK Corral entre la democracia romántica, la del pueblo, por un lado, y la democracia real, representativa, mediatizada, tamizada y customizada por el otro.

Tras la clara victoria de SYRIZA en las elecciones griegas, en España los partidos se dividen en tres bloques: por un lado, los partidos que abominan de PODEMOS; por otro lado, los partidos a los que les gustaría ser PODEMOS; por el otro, PODEMOS, que se ve impulsado por el resultado griego pero no tan impulsado como para presentarse a las municipales y autonómicas empuñando su marca.

Mientras Pablo Iglesias perfecciona su telegenia gracias a eslóganes sencillos y claros, a verdades del barquero y a una espléndida oratoria, los suyos le arropan con cantos usurpados a la izquierda (ellos, que dicen no serlo) en los mítines. Los de SYRIZA también cantan históricos himnos de la izquierda, pero ellos sí se reconocen de izquierdas.

Esa puesta en escena perfectamente estudiada y esa potente estrategia electoral de aglutinar el desencanto está aupando a PODEMOS  a la carretera que lleva a la Moncloa. Aunque nadie tenga muy claro qué harán si llegan allí.

Mientras tanto, los asombrados detentadores seculares del poder establecido nos aburren metiéndonos miedo. Si gana PODEMOS parece que nos embargarán, incautarán o directamente nos robarán hasta los calzoncillos, como si los demás no hubieran hecho exactamente lo mismo. Si gana PODEMOS se romperá Europa, como si Europa hubiera existido alguna vez. Si gana PODEMOS saldremos del euro, como si el euro hubiera servido para algo además de que para Alemania se forrase a nuestra costa (y que conste que aun así creo en la moneda única).

Estas múltiples elecciones que están por venir van a ser la mar de divertidas.

Tanto el PP, a lo bestia, como el PSOE de forma más timorata, se hinchan a insultar a PODEMOS con apelativos cada vez más inverosímiles.

Desde proetarras a filonazis, pasando por populistas, chavistas, castristas, bolcheviques, corruptos, listillos… A este paso no les van a quedar gracietas para la campaña electoral. Guárdense alguna, hombre, que luego está todo muy visto!!

Mi favorito es González Pons. Lo encuentro tan simplón que es hasta conmovedor. Su último comentario, con mirada de Tristán solo tiene un amiguito, es que Arnaldo Otegui estaba contento de la victoria de SYRIZA, por lo que los españoles no podíamos estarlo. ¿Quería decir que el 40% de los griegos son proetarras? ¿Quiere decir que los votantes de PODEMOS son proetarras? Porque si quiere decir eso, lo que tienen que hacer en el PP es llevarlo al médico urgentemente, no sea que le esté pasando algo a este señor que necesite algún tipo de tratamiento.

Y mientras se les insulta a diestro y siniestro, los chicos listos de la clase metidos a revolucionarios de salón suben y suben en intención de voto. Y cada vez más insultos, y más subida en las encuestas. Y así día tras día. Tronchante.

Quizás habría una estrategia distinta a la del insulto y la abominación. Para combatir a PODEMOS, si es que hay que combatirlos, se me ocurre que se podría hacer con propuestas.

Podría salir la gente del PP y del PSOE y proponer cosas distintas a las milongas que han propuesto hasta la fecha. Mientras no salga González Pons, todo podría funcionar.

Por ejemplo, se me ocurre que el PSOE podría abandonar su clericalismo vergonzante y su conservadurismo económico y plantear una reforma social y económica desde la izquierda que ilusionara a su electorado que ya no es su electorado, es decir, millones de ex votantes hartos de su ñoñez.

Se me ocurre que el PP podría quitarse de encima buena parte de la caspa que adorna sus hombros y tratar de convertirse en un partido de derechas europeo que, defendiendo la empresa privada, no desprecie ni a los trabajadores ni a los pobres que lo son por sus políticas (aun resuenan en el Hemiciclo las palabras de aquella trastornada gritando a los parados “¡¡¡qué se jodan!!!”, y aun resuenan sus tacones en ese mismo Hemiciclo porque nadie la puso de patitas en la calle).

No sé, se me ocurre que para combatir a PODEMOS, si es que hay que hacerlo, se debería recuperar la fe en la gente, en los ciudadanos, y que los políticos que aspiren a gobernarnos deberían dejarse de recursos retóricos de baratillo e ir al grano. Hacer propuestas directas, de verdad, creíbles, realistas, que nos ilusionen o que nos preparen para lo que está por venir.

Este año 2015 marcará un antes y un después en España y en Europa. Uno vive la Historia sin saber que se está construyendo ante sus ojos.

De cómo reaccionen los partidos tradicionales al reto de PODEMOS, SYRIZA, y otros que puedan surgir saldrá el futuro inmediato que nos aguarda. Esperemos que González Pons no sea el cronista de nuestro tiempo.

Abróchense los cinturones, péinense los que aún puedan hacerlo y prepárense para vivir un año histórico.

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