He de admitir que no soy objetivo sobre este tema, ya que, para mí, no hay duda alguna.
Este hombre de origen chino, pero nacionalizado francés y estadounidense, parece tocado por los ángeles.
Sus manos son como soplo de aire fresco en las cálidas mañanas estivales.
Tuve la fortuna de verlo en directo hace la friolera de más o menos 15 años, en un festival de Chelistas en Ámsterdam en el que participé, claro está como amateur.
Mi incursión en la música fue a muy temprana edad, a los 5 años, comenzando a tocar el piano, pero cuando llegué a Mallorca, con 30 años y sola, por trabajo, decidí que sería buena volver a introducirme en el mundo de la música y comencé a estudiar violonchelo.
Fue para mí un gran honor hacerlo de la mano de Patxi de la Asunción, director de www.mesmúsica.com, un gran chelista y fantástico maestro, quien nos inculcaba el amor por dicho instrumento y la música clásica en general.
Pocas veces me he encontrado por profesores tan competentes como los que encontré en esta pequeña escuela palmesana, personas que aman lo que hacen.
Y gracias a él pude conocer a este artista, quien hizo que terminara de enamorarme de este instrumento.
La música siempre fue muy importante para mí, aunque en los últimos años, debido a mis cargas familiares, tuve que aparcarla en una esquina.
Siempre digo que en mi jubilación volveré a estudiar este instrumento, cuando las obligaciones diarias hayan pasado a un segundo plano y me quede tiempo suficiente para estudiar, ¡mi mayor hobby!
No logro entender a las personas que no encuentran que hacer en esta vida, con todo lo que se puede hacer en ella, en mi caso me faltan horas para poder desarrollar todo aquello que me gustaría hacer.
He sido la estudiante de todo y maestra de poco, puesto que no me considero maestra de nada, ni con mi larga trayectoria como coach, casi 25 años, puedo decir que soy maestra de ello, siempre me siento alumna y aprendiz de todo y de la vida, por supuesto.
Si su afición es el arte y quieren crear algo, les invitaría a que escucharán cualquier obra de YO-YO MA y entenderán de que les estoy hablando.
Si se sienten con ganas de inspiración, no lo duden, pongan un disco suyo, o ahora será mejor decir, búsquelo en YouTube, encontrarán toda su obra.
Pero si en alguna ocasión tienen la fortuna de escucharlo en directo, ¡no lo duden!, porque él les hará sentirse cerca del cielo.
Soy consciente que esto ocurre con la mayoría de los grandes artistas que tenemos alrededor de todo el panorama internacional, pero para mí la música que desprende este instrumento es especialmente mágica, aún siendo pianista como soy.
Ciertamente voy a necesitar muchas más vidas para poder desarrollarme como a mí me gustaría, porque en ésta solo me ha dado tiempo a deleitar los placeres más efímeros de mi existencia y no he podido, o tal vez, no he sabido disfrutarlos de verdad.
Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de lo mucho que desaprovechamos la vida y las cosas buenas que son tan abundantes en ella.
Se nos pasan las horas en discusiones absurdas, en la rueda de la rata, en solucionar problemas banales que, en la mayoría de los casos nunca llegan a suceder y cuando te levantas una mañana, ya has consumida gran parte de tu vida y de todo han pasado más años de los que debieran.
¡Si volviera a nacer sabiendo lo que se…!, pero ciertamente, en el juego de la reencarnación las cosas no suceden así y nacemos sin memoria y por ello, en ocasiones la nostalgia invade mi alma.
En los años que me queden por vivir, prometo dedicarme a escuchar más música de la buena, de la que te eriza por dentro y hace que te cambie el estado de ánimo.
Juro ser más paciente y constante en todo, dedicándome más a mí y menos a satisfacer a los demás, por el mero hecho de que me amen, porque cuando te acercas a la edad madura, somos conscientes de que tú mismo eres tú mayor regalo y que nadie te amará más que lo que tú mismo te puedes amar.
Ahora, querido amigo lector, volveré a escuchar esas melodías del corazón, antes de abandonarme a los brazos de Morfeo.
¡Te deseo un feliz día o tal vez un feliz descanso!
