El guacamayo tiene un cerebro del tamaño de una nuez sin cáscara, mientras que el mono macaco posee un cerebro del tamaño aproximado de un limón. Pero el primero presenta más neuronas en su cerebro anterior, la parte del cerebro asociada con el comportamiento inteligente, que el macaco, según concluye un estudio que se centró en medir sistemáticamente el número de neuronas en los cerebros de más de dos docenas de especies de aves.
El análisis de aves que van desde el pequeño pinzón cebra hasta el emú de casi dos metros de altura encontró que consistentemente tienen más neuronas empaquetadas en sus pequeños cerebros que las que poseen los cerebros de mamíferos o incluso primates de la misma masa, como se revela en un artículo publicado este lunes en la edición digital de 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. "Durante mucho tiempo tener un 'cerebro de pájaro' se ha considerado que es una mala cosa: ahora resulta que debe ser un cumplido", subraya la neurocientíÖca de la Universidad de Vanderbilt y autora de este trabajo, Suzana Herculano-Houzel. El estudio proporciona una respuesta directa a un rompecabezas con el que neuroanatomistas comparativos han estado luchando durante más de una década: cómo pueden las aves con sus pequeños cerebros realizar comportamientos cognitivos complejos.