Repugnante dice la academia de Hollywood e imperdonable es la palabra que suena en el Festival de Cannes. El escándalo sexual que golpea al productor de Hollywood, Harvey Weinstein, no deja a nadie indiferente. Los calificativos contra Harvey van a más y sin freno. El sábado lo expulsaron del máximo órgano cinematográfico, el que concede los Oscar, donde llegó a ser el rey.
Una mujer valiente lo denunció y se produjo una cascada de acusaciones. Las más graves, tres violaciones, aunque las insinuaciones son infinitas. A Angelina Jolie o Gwyneth Patrow, entre otras. Cara Delevingne asegura que intentó besarla y que le propuso un trío. Cuenta la actriz que el productor presumía de las mujeres que había convertido en estrellas tras pasar por su cama. Jane Fonda ha sido una de las últimas en sumarse al torrente de acusaciones. Penélope Cruz asegura que con ella siempre fue respetuosa pero habla de abuso inaceptable.
Ahora Weinstein está solo. Repudiado por sus amigos, su mujer y despedido de la empresa que él mismo fundó.
