Si es duro someterse a una operación, más lo es darse cuenta de que mientras estabas anestesiado los doctores se burlaban de ti y hacían todo tipo de bromas a tu costa. Eso le sucedió a un hombre en Virginia que, ya en la sala de operaciones para una colonoscopia, grabó con su teléfono el sonido ambiente pensando que los médicos le darían instrucciones tras la intervención y él estaría muy sedado para comprenderlas. Ahora, la anestesista y la clínica deberán pagarle una indemnización de casi 450.000 euros.
Un jurado del condado de Fairfax, Virginia (EEUU) ha ordenado a la anestesista Tiffany M. Ingham (en la imagen) y a la clínica en la que trabaja a pagar a un paciente del que se burlaron en quirófano una indemnización de casi 450.000 euros. El hombre sometido a una colonoscopia en 2013 grabó con su teléfono el sonido ambiente durante la intervención y al escucharlo decidió denunciar por los insultos, las burlas y los comentarios despectivos recogidos.
La demanda especificaba que la grabación captó a Tiffany M. Ingham, de 42 años, burlándose de la cantidad de anestesia necesaria para sedar al paciente y de realizar comentarios ofensivos sobre un sarpullido en el pene. A lo que otro médico añadió: "Mientras no sea ébola, todo OK".