Unos 15.000 anuncios de viviendas de alquiler turístico ilegal. Esos son los números que maneja el Ayuntamiento de Palma, según ha asegurado el alcalde Jaime Martínez.

Así lo aseverado el primer edil en la mañana de este jueves durante un acto en que Cort y el Consell de Mallorca han firmado un convenio para combatir esta práctica ilícita.
El acuerdo conlleva que el Consell insular destinará dos de sus inspectores a la Oficina de la Vivienda y Antiocupación de Palma para controlar el alquiler turístico ilegal municipal. El pacto tendrá una validez de cuatro años, con la posibilidad de prórroga de otros cuatro, y se establecerá un plan de inspecciones que se revisará cada dos semanas.
Martínez ha señalado que este acuerdo permitirá coordinar la actividad de ambas administraciones, con las que se podrá sancionar las infracciones de estos inmuebles en materia turística, urbanística y de la Ordenanza Cívica municipal.
"No toleraremos actividades ilegales que perturben la convivencia y que pongan en peligro la sostenibilidad del turismo", ha sostenido el alcalde.
LA MALA IMAGEN DE LA OFERTA ILEGAL
Por su parte, en la misma línea, el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha lamentado la "mala imagen" que da de la isla la oferta ilegal y los "problemas de convivencia entre mallorquines" que genera, por lo que ha abogado por "erradicar el intrusismo y la competencia desleal" y "proteger el modelo turístico de Mallorca y los intereses de los residentes y del sector turístico legal".
Galmés también ha recordado que la campaña de este verano de 2025 de la institución insular prevé más de 3.000 inspecciones contra la oferta turística ilegal, tres de cada cuatro de ellas centradas en el alquiler vacacional.Con el nuevo decreto autonómico de turismo, las sanciones contra el alquiler turístico no regulado van de 50.000 a 500.000 euros, como ha recordado Rodríguez.
Para concluir, el conseller ha incidido en el cambio de tendencia en la publicitación de los alojamientos, que están dejando de ofertarse en plataformas tradicionales de alquiler vacacional para hacerlo cada vez más en redes sociales, donde cuesta más detectarlos y controlarlos.
Un comentario
Van a hacer lo mismo que con las cacas de los perros, la gente que monta juergas por la noche, y demás, NADA, no van a hacer NADA.
Y si no que se lo digan a mi cuñada que tras varias denuncias de un piso turístico en Sta. Catalina y tras la visita de dos inspectoras, el piso sigue con su actividad.