El viernes pasado el Govern Balear publicaba una nota de prensa sobre las cifras de paro que ayer glosó en este digital mi compañero Damià Rossell. Para el Govern, lo más importante de la Encuesta de Población Activa es el dinamismo de la sociedad balear, una tergiversación tan burda que a mí me parece inconcebible. La nota destaca el “elevado dinamismo” de la sociedad balear porque el número de personas dispuestas a trabajar fue un 0,5 por ciento superior al año 2009. Remarca que el turismo, aunque ha creado más paro, está prácticamente en condiciones de empezar a remontar el vuelo, añade que Baleares prácticamente está preparada para un relanzamiento y atribuye a las 3.000 personas que se han incorporado a la búsqueda de empleo la subida de 16.000 parados en este año (tal cual). O sea, ignorando que se trata de la mayor cifra absoluta y relativa de paro de la historia de las Islas, pinta un panorama bastante positivo. A mí me parece extremadamente sintomático que se pueda hacer algo así: síntoma de una ignorancia atroz. ¿Es que alguien en el Govern cree que se puede ocultar el ambiente económico existente? ¿Es que piensan que esta nota de prensa, al ocultar que las cosas han ido aún peor en el 2010, va a arreglar algo? Incluso más patético: ¿no hay nadie que se dé cuenta de que esta actitud delata una complicidad en el desaguisado, un sentimiento de culpabilidad? Para poner ejemplos que se entiendan, esta nota es tan absurda como que el anterior Govern del PP diera una rueda de prensa remarcando la gran cantidad de transacciones mercantiles que hicieron y que no están en los juzgados. “Oigan, que un 43,7 de los expedientes está impecable”. Es como si Mourinho dijera que la derrota de Pamplona ha sido positiva para concienciar al equipo del valor de cada punto. Como si los controladores explicaran que su paro supuso una reducción de la cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera. Como si adujéramos que gracias a que nadie lee libros, preservamos los bosques. La manipulación, que es consustancial a la existencia de intereses, tiene que ser sutil, imperceptible, eficaz. Si te ven, es como el niño pequeño que se esconde debajo de la cama pero deja los pies fuera. Patético.
