El 091 recibió una llamada alertando de que un hombre había entrado en el local y tras coger un cuchillo se lo había puesto en la cara a un trabajador, advirtiéndole que le “arrancaría los ojos” si no cerraban la terraza.
Después, y tras hacerse con un palo de madera, amenazó también a todos los presentes.
EL AGRESOR RECONOCIÓ LOS HECHOS
A la llegada de los agentes, el agresor había abandonado ya el local pero fueron informados de que se trataba de un vecino de la finca, por lo que los policías se dirigieron a la vivienda del mismo, donde fue localizado.
Al hablar con los policías, el individuo admitió los hechos y entregó las armas utilizadas, aunque explicó que si había actuado así era porque el ruido de la terraza le molestaba.
Por su pare, el empleado y otros testigos confirmaron la versión de los hechos. Según la víctima, ya había sufrido amenazas previas, como cuando el detenido arrojó agua a los clientes semanas atrás.
El hombre, de nacionalidad marroquí, fue arrestado por un delito de amenazas graves.