No puedo discutir ni una sola palabra de la reflexión que me hacía un amigo en vísperas de esta Nochebuena. Han pasado accionistas, gerentes, directores generales, deportivos, entrenadores y plantillas enteras y el Mallorca no levanta cabeza. El, aunque tampoco es un gran aficionado, no se lo podía explicar, pero yo pienso que no es tan difícil llegar a la conclusión de que el mal ha echado raíces en el fondo y por mucho que la piel parezca limpia y sana, el cáncer corroe las entrañas de la institución y unos por omisión, otros por cobardía y los más recientes por incapacidad o, si se quiere, llamémosle conocimientos, no lo han erradicado. Ni siquiera se han aproximado al diagnóstico.
Pedro Terrasa inoculó el virus al anteponer sus fobias e intereses personales a las necesidades del club. Engañó a Serra Ferrer y se vistió con piel de cordero para que Gabriel Cerdá y Utz Claassen, movidos por ambiciones inconfesables, no advirtiesen sus dentelladas. Se dice que, para salvaguardar su imagen, consiguió colarse en una comida ofrecida por el abogado Joan Buades a Héctor Cúper en una finca próxima a Alaró y a la que no había sido inicialmente invitado. Pero ¡ojo!, Robert Sarver y sus socios han tenido todo un año para meter al club en el quirófano y empezar a operar para detener primero la infección e inmunizar después al paciente.
Nadie creerá que un hombre de negocios como el banquero de Arizona no supo qué y a quién compraba. Al presentarse ante los medios aseguró haberse mirado muy bien los papeles. Cuesta creer que le estén tomando el pelo o se lo deje tomar, aunque desde luego esto es lo que parece. Toda la gestión de el hombre que dejo al frente, por sugerencia, recomendación o imposición de Javier Tebas, que no es otro que Maheta Molango, se ha limitado a recetar aspirinas a quien necesitaba cirugía y quimioterapia. Los americanos se podrían ver en el trance de perder su millonaria inversión, pero la sociedad mallorquina y los mallorquinistas de verdad han perdido algo más importante: el sentimiento y la ilusión.





