Baleares invita a realizar actividades deportivas como el senderismo, explorar las zonas rurales y a la vez saborear la gastronomía local. El ecoturismo se presenta como una pieza clave, no solo para ser un destino responsable, sino también para fomentar la desestacionalización.
Mallorca, por su parte, es una isla con una abundancia de parajes naturales y diversidad de paisajes. Destaca su biodiversidad, con la existencia de un gran número de especies endémicas tanto de flora como de fauna y una extensa red de espacios protegidos.
En la isla se pueden encontrar montañas, bosques de encinas y pinos, humedales, sistemas dunares, playas, calas, reservas marinas e islotes. Con 54 cumbres que superan los 1.000 metros de altura, cientos de playas, calas rocosas y extensos humedales.
Actividades como el senderismo, el ciclismo o la escalada permiten a los visitantes sumergirse en la belleza natural de la isla. Además, Mallorca cuenta con una amplia red de rutas de senderismo que atraviesan parques naturales y reservas protegidas, como el Parque Natural de s'Albufera o el Parque Natural de Mondragó.
Existen también empresas locales que ofrecen experiencias en kayak, paddle surf y surf tradicional, permitiendo a los viajeros explorar los rincones de la isla.
La Serra de Tramuntana: el tesoro de Mallorca
La Serra de Tramuntana, situada al noroeste de la isla, es la principal cadena montañosa de Baleares, y ha sido reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Para los amantes del senderismo, la Serra ofrece numerosas rutas a pie que permiten explorar su característica vegetación mediterránea.
Con sus pintorescos pueblos y rutas de senderismo, como la conocida Ruta de la Pedra Seca (GR-221), que ofrece a los caminantes la posibilidad de hospedarse en albergues y refugios como la finca pública Galatzó. Este es un ejemplo de cómo las antiguas fincas rurales han sido rehabilitadas para el ecoturismo. La ruta se divide en ocho etapas, con 11 variantes posibles.
Parque natural S'Albufera de Mallorca
Otras actividades relacionadas con la naturaleza en Mallorca incluyen la observación de aves en el Parc Natural de S’Albufera. Esta reserva natural alberga más de 300 especies de aves, incluyendo garzas, patos y silbones. En el parque, es posible seguir distintas rutas guiadas que duran entre 1 y 3 horas, donde es esencial respetar las zonas designadas para conservar este ecosistema que permite descubrir y observar una gran variedad de especies. especialmente durante las migraciones.
El Parque Natural de S'Albufera de Mallorca abarca más de 1.700 hectáreas y está separado del mar por un cordón de dunas.
Gracias a su ubicación en la ruta migratoria europea occidental, es posible avistar especies como la curruca, el viró pequeño, el halcón marino y el águila pescadora.
Reserva Marina de El Toro y el Penyal des Migdia
Además de la observación de aves, otras actividades populares en la isla incluyen el buceo en la Reserva Marina de El Toro y el ascenso al Penyal des Migdia, la montaña más próxima al Puig Major, la cima más alta de Baleares, a la que no se puede acceder por estar situada en zona militar.
Otros monumentos naturales destacados de la isla incluyen el Torrent de Pareis y Ses Fonts Ufanes, aunque para el primero se requiere cierta preparación física y el equipo adecuado para ser explorados.
De las Fonts Ufanes, situadas en la finca Gabellí Petit (Campanet), brota agua desde el suelo tras fuertes lluvias, ofreciendo un espectáculo único.
La Vía Verde Manacor-Artà
Es un recorrido de 29 kilómetros que sigue el trazado de una antigua línea ferroviaria. El corredor ha sido acondicionado y reforestado con árboles autóctonos, y cuenta con varios centros de interpretación y seis áreas de descanso.
Es un espacio ideal para recorrer a pie o en bicicleta, con las atractivas playas cercanas de Cala Millor, Sa Coma y Cala Bona.
La vía atraviesa Sant Llorenç des Cardassar, Son Carrió y Son Servera. Además de estos núcleos urbanos, destacan la basílica paleocristiana de Son Peretó (Manacor) y el poblado talayótico de Ses Païses (Artà).
Parque Natural Isla Sa Dragonera
Con una extensión de 908 hectáreas, el Parque Natural Sa Dragonera incluye los islotes de Es Pantaleu, sa Mitjana y la isla de la Dragonera.
Este parque natural se encuentra en el municipio de Andratx y esconde enclaves como el faro de na Pòpia, el faro de Llebeig, la torre de defensa de Llebeig con su gran cañón de hierro, y numerosas especies como el cormorán, el águila pescadora, el halcón común, así como especies endémicas como el busqueret y las sargantanes.
Cuevas de Baleares: un viaje al centro de la tierra
Las islas esconden un mundo subterráneo de gran belleza. Las cuevas, formadas por miles de años de erosión, ofrecen espectaculares formaciones de estalactitas y estalagmitas.
Las cuevas de Artà son una de las cavidades más altas de Europa, con estalactitas de formas prodigiosas y extraordinarias proporciones que cuelgan de una bóveda.
Por su parte, las Coves de Campanet se distinguen por su delgadez y blancura. Las Coves del Drach, situadas en Porto Cristo, son las más famosas y albergan uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo.
Destacan también las Coves dels Hams, que deben su nombre a las formaciones arborescentes que se asemejan a anzuelos. Descubiertas por el espeleólogo mallorquín Pedro Caldentey el 2 de marzo de 1905, tienen el punto más profundo llamado el ‘Mar de Venecia’, de 30 metros, donde también se ofrece un concierto de música clásica en una barca iluminada.
Un Paraíso para el Submarinismo
Mallorca, y las islas en su conjunto, también son un destino privilegiado para los amantes del buceo y el snorkel, gracias a sus aguas cristalinas y ricas en biodiversidad. Las reservas marinas, como la de la Bahía de Palma, el Migjorn de Mallorca y la Isla del Toro ofrecen un ecosistema marino diverso.
Las islas esconden un valioso tesoro natural bajo sus aguas: las praderas de Posidonia. Estas plantas acuáticas forman un ecosistema vital para la fauna marina y ayudan a mitigar los efectos del cambio climático gracias a su gran capacidad de oxigenación. Los campos de Posidonia son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1999. Para conocer estas plantas marinas desde la superficie se puede subir a La Mola en Formentera por el Camí de Sa Pujada, desde donde se puede disfrutar de los campos de Posidonia que la rodean.
Dada la importancia de estos ecosistemas, se han establecido áreas protegidas para fomentar la regeneración natural de los recursos, limitando las actividades permitidas en estas zonas.
En total, Mallorca tiene cinco reservas marinas: la de la Bahía de Palma (Cala Blava, Santa Marta, Maioris y Son Verí), la de Migjorn (Cala Figuera, Colònia de Sant Jordi, Marquès del Palmer y S’Estanyol), la de la Illa del Toro y la de las Illes Malgrats (ambas en Calvià), la de Llevant (Artà) y la del Freu de Sa Dragonera (Sant Elm).
S'Albufera des Gau y la biodiversidad de Menorca
Menorca, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993, presenta el Camí de Cavalls, un sendero histórico que recorre la costa de la isla, que permite explorar sus paisajes a pie, en bicicleta o a caballo.
El Parque Natural de la Albufera des Grau es un ejemplo de la biodiversidad de Menorca, con zonas húmedas, bosques de acebuches y praderas de posidonia.
Ses Salines de Ibiza y Formentera
El Parque Natural de Ses Salines, que se extiende desde el sur de Ibiza hasta el norte de Formentera, es una joya ecológica de gran importancia. Sus salinas y lagunas ofrecen refugio a numerosas aves migratorias, mientras que sus playas, rodeadas de dunas y pinos, constituyen un entorno paradisíaco.
Las aguas de Ibiza, en particular la Reserva Marina de Es Freus, son asimismo ideales para el snorkel y el buceo.
Formentera, famosa por sus playas vírgenes, es un destino perfecto para los visitantes que desean desconectar del bullicio y conectar con la naturaleza. La isla se recorre idealmente en bicicleta, a través de rutas que llevan a paisajes pintorescos, desde faros hasta acantilados.
CABRERA
Este Parque Nacional es el Parque Nacional marítimo -terrestre más extenso del territorio español, con 90.000 hectáreas de superficie. Está compuesto por 19 islotes y alberga más de 400 especies botánicas, 200 especies de peces, así como una gran variedad de moluscos, crustáceos, aves marinas y rapaces, reptiles y algunos mamíferos terrestres. Aquí se pueden realizar diversas actividades, además del buceo y el avistamiento de aves.
En la isla debe visitarse la famosa Cova Blanca,uno de los lugares más emblemáticos, aunque Cabrera también ofrece opciones culturales para los amantes del arte y la historia, como el Museo Etnográfico, ubicado en un antiguo "celler".
Hay varias rutas de senderismo para conocer los paisajes únicos de la isla, como la del Faro de N’Ensiola, con una distancia de 11 kilómetros, arranca en el puerto y pasa por Es Palmador, el Canal Llarg, el Mirador del Faro, y finalmente llega al faro de l’Enciola. Otra ruta es Na Picamosques, que supone una subida al punto más alto de la isla, a 172 metros.
El ecoturismo se erige como clave para un turismo responsable y que da valor a la rica gastronomía , la artesanía y el patrimonio cultural de las islas, que son complementos ligados a un viaje que contribuye al bienestar de la población local.
Con el fin de proteger y preservar el medio natural y marítimo de las islas, el Govern ha implementado proyectos financiados por el Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) y así asegurar que las islas sigan siendo un destino de ecoturismo líder en el Mediterráneo.