El Partido Popular ha criticado que el Govern y sus socios hayan convertido el 18 de julio en una fecha en “un recuerdo del odio”. El PP ha sido blanco de la identificación con el franquismo por parte de políticos de Podem que cuestionan su oposición al derribo de Sa Feixina. Joan Rotger, del grupo popular en el Consell de Mallorca, y en referencia al monolito, ha asegurado que “no compartimos en absoluto sus orígenes, pero damos validez a a los informes”.
Rotger mantiene que “no hay ningún informe técnico en favor de la demolición de Sa Feixina, pero si se dice que debe conservarse”. Desde la cuenta oficial de Twitter del PP balear se ha querido contestar a los que les han acusado de franquismo, y en referencia a las banderas a media asta en Cort y en el Consell de Mallorca han dicho: “más de 80 años después y 40 desde las elecciones democráticas es ridículo poner las instituciones al servicio del recuerdo del odio”. Manifiestan que “ante el sectarismo de los que quieren reservar el pasado, nuestro compromiso es seguir construyendo un país de concordia y moderación”. Concluyen que “hay problemas más urgentes de los que preocuparse como para dedicarse a revivir una época que superamos con la democracia”.
