Si no eres Pitbull pero te gustaría serlo, agarra unas cuantas barbies de tu hija y coloca bien la cámara. Seguro que cuela y no haces el ridículo.

Si no eres Pitbull pero te gustaría serlo, agarra unas cuantas barbies de tu hija y coloca bien la cámara. Seguro que cuela y no haces el ridículo.