Dicho así, cualquier ciudadano pensaría que se trata de una oportunidad única para aliviar parte de nuestra deuda astronómica. Baleares arrastra más de 8.400 millones de euros, lo que la sitúa como la novena comunidad más endeudada en términos de PIB. Una mochila pesada que condiciona cualquier discusión sobre financiación. No extraña que muchos piensen que este “perdón” de deuda podría traducirse en más médicos, más profesores o mejores carreteras.
El vicepresidente primero y conseller de Economía, Hacienda e Innovación del Govern, Antoni Costa, rompe esa ilusión con contundencia en una entrevista concedida a mallorcadiario.com.
“Es engañoso hablar de condonación. La deuda no desaparece, solo se traslada al Estado. Y como los baleares también somos españoles, seguimos pagándola igualmente”, afirma el portavoz del Govern.
Según sus cálculos, el saldo incluso es negativo. “Enviamos 1.400 euros de deuda per cápita y recibimos 1.815. Cada ciudadano de Baleares asumiría 415 euros más”. No es un regalo, sostiene, sino un negocio ruinoso.
Costa también desmonta otro argumento, el de que el ahorro en intereses podría usarse para gasto social. “Eso es falso. Lo ha dicho la AIReF y lo reconoció la propia vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Ese dinero no puede ir a sanidad, educación o movilidad. Quien diga lo contrario, miente”, sentencia el político ibicenco.
Foto: J. Fernández Ortega
EL SÍMIL DE LA COMUNIDAD DE VECINOS
Para hacerlo comprensible, el conseller recurre a un ejemplo de andar por casa. “En una comunidad de propietarios hay vecinos responsables y otros manirrotos. Los primeros reducen gastos; los segundos acumulan deudas. Y un día se decide que todos asuman la deuda de todos. ¿Es justo?”.
Baleares tampoco ha sido siempre un “buen vecino”. Su deuda llegó a rozar los 9.000 millones. Ahora bien, en los últimos dos años, con el PP en el Govern, se ha reducido en 500 millones y la ratio deuda/PIB ha caído al 18,8 por ciento, por debajo de la media nacional y en su mejor nivel desde 2012.
DEL REB AL "TRILERISMO PRESUPUESTARIO"
El debate conecta inevitablemente con la vieja herida del Régimen Especial de Baleares (REB). Una herramienta pensada para compensar la insularidad que durante años fue un arma arrojadiza entre partidos. Hasta su aprobación en 2019, el REIB era más campo de batalla que instrumento real.

El episodio más recordado se dio en 2017, cuando el Gobierno de Rajoy ofreció a Francina Armengol un REB con incentivos fiscales. El PSIB lo rechazó y el PP balear montó en cólera, acusando a los socialistas de despreciar una oportunidad histórica. Hoy la situación se repite en espejo. La oposición recuerda la hemeroteca a Costa, que ahora es quien rechaza la “ayuda” del Gobierno central.
"Lo importante no es la condonación, que es un apaño, sino la reforma del sistema de financiación"
El conseller se defiende. “No confundamos. Lo importante no es la condonación, que es un apaño, sino la reforma del sistema de financiación. Hasta la propia María Jesús Montero lo defendía cuando era consellera en Andalucía”. Y añade: “Esto se ha puesto en marcha porque lo pidió Esquerra Republicana. No es un diseño serio de política económica, sino para tratar de mantener a Pedro Sánchez en la Moncloa”.
Sobre el REB vigente, Costa distingue. “El régimen fiscal aprobado en 2023 es una buena herramienta, aunque tiene cosas inaceptables como que caduque en 2028. Pero la condonación no tiene nada que ver con el REB. Es 'trilerismo' presupuestario que no aporta beneficios a Baleares”.
REESTRUCTURAR, NO CONDONAR
Si la condonación es un “no” rotundo, ¿qué plantea el Govern? Costa propone una vía clara. “Podemos sentarnos mañana mismo con la ministra y pactar un cero por ciento de interés en la deuda del FLA. El efecto sería idéntico al de la condonación, pero sin trampas. Y esa rebaja sí debería destinarse a sanidad, educación y servicios sociales”.
El Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) fue creado en 2012 por Mariano Rajoy (PP) para dar oxígeno a las autonomías sin acceso a los mercados financieros. Baleares recurrió a él por primera vez ese mismo año, con el Govern de Bauzá, solicitando 355 millones. Entre 2014 y 2017 llegaron a pedirse 3.529 millones de euros. Para Costa, bajar el tipo de interés de esa deuda tendría un efecto real y justo, a diferencia de la condonación que plantea el Gobierno de coalición de PSOE y Sumar.

SANIDAD, EDUCACIÓN Y MOVILIDAD
La conversación nos lleva a los servicios públicos. Costa defiende su gestión: “En dos años hemos destinado más de 400 millones adicionales a sanidad y educación. Las listas de espera siguen siendo largas, sí, pero se han reducido. Y tenemos más de mil profesores nuevos en las aulas. Y un nuevo plan de movilidad”.
"Los recursos son los que son. Avanzamos, aunque nunca será suficiente"
Las cifras oficiales apuntan a más de 15.000 pacientes en listas de espera quirúrgica y a protestas del profesorado en las calles. En localidades como Son Ferriol (Palma), los vecinos siguen reclamando mejoras en carreteras y transporte. Costa lo reconoce. “Los ciudadanos piden más médicos, más docentes, más carreteras… Y es lógico, pero los recursos son los que son. Avanzamos, aunque nunca será suficiente”, admite.
PRESUPUESTOS Y ARITMÉTICA POLÍTICA
Antes de acabar, la pregunta inevitable. ¿Qué pasa con los presupuestos de 2026? Tras la tensión vivida para aprobar los de 2025, Costa admite que el Govern podría tirar con los actuales prorrogados hasta 2027. “Nuestra intención es aprobarlos. El techo de gasto será superior al de este año y eso será positivo para Baleares”.
"Negociar implica cesiones, pero ninguna línea roja del PP se ha superado"
¿Renuncian entonces a negociar con Vox? Costa lo niega. “Gobernamos en minoría. Hemos pactado con Vox porque han mostrado voluntad, mientras que con el PSOE siempre hemos encontrado un muro. Negociar implica cesiones, pero ninguna línea roja del PP se ha superado”.
La conclusión es clara. El Govern rechaza la condonación de deuda porque la ve como una trampa política y económica. Prefiere reestructurar, reforzar el REB y reclamar una financiación justa con un nuevo modelo de financiación. El tiempo dirá si esta negativa se traduce en solidez o en arrepentimiento. Por ahora, el caballo regalado de Sánchez no convence al responsable de las finanzas de Baleares.