La pareja, de esta forma, rompía su propio récord de 46 horas consecutivas, logrado el 13 de abril del año anterior. En muchas ciudades, diversos tipos de concursos se organizan este día en los que los participantes deben establecer registros de besos.
La idea de esta fecha es recordar a las personas el simple placer asociado con el beso por el beso mismo, a diferencia del besarse como mera formalidad social o como preludio de las relaciones sociales o de otras actividades. El besarse puede ser una experiencia gozosa y placentera por sí misma. Es una expresión de la intimidad.
También ha funcionado como contrapeso a prohibiciones que existen en algunas ciudades y en algunos países que impiden que las personas se besen o incluso se abracen.