La Escola d’Hoteleria de les Illes Balears (EHIB) celebra su vigésimo aniversario. Veinte años proporcionando la mejor formación en el ámbito de la principal industria de nuestras queridas Illes Balears. Precisamente ahora que tanto se cuestionan determinados productos turísticos llega el momento de reivindicar la labor de una institución que, desde el principio, ha tenido muy claro la apuesta por la excelencia.
El hecho de haber tenido la oportunidad de formar parte, durante los últimos cuatro años, de esta gran familia que es la Escuela, no tiene precio. Desde el punto de vista profesional y personal, lo que comenzó siendo un reto apasionante, pronto se convirtió en un conjunto de experiencias y vivencias únicas que me han marcado para siempre. No tengo dudas, conocer la Escuela, es empezar a quererla. Y cuando la dejas, ya no puedes ni quieres olvidarla.
Hace veinte años se tuvo una visión. Se pensó en dotar a nuestra industria turística de una herramienta única que permitiera, ya no solo formar a los mejores para un sector en constante crecimiento, sino también descubrir, analizar y trabajar en las nuevas necesidades, los nuevos productos, las novedosas iniciativas, a fin de mantenernos siempre actualizados, en cabeza, junto a los más grandes.
Cierto es que, posiblemente, todos podríamos haber hecho mucho más en estos años. Para empezar, los cambios en la dirección, si van acompañados de virajes que tienen más que ver con lo político que con lo técnico, nunca son positivos; la implicación del sector, no siempre ha sido la que todos hubiéramos deseado, si bien en los últimos años, por poner tan solo un ejemplo, cadenas hoteleras como IBEROSTAR o BATLE, han dado un paso adelante y han depositado toda su confianza en la extraordinaria labor que se realiza en la Escuela con sus becas para alumnos EHIB; y qué decir acerca de los recursos económicos con los que se ha contado, no siempre en consonancia con el gran trabajo realizado por el excelente equipo de profesores y personal de administración y servicios.
Pero dejando estos aspectos, siempre mejorables, al margen, también hemos de recordar que la Escuela siempre ha sentido el apoyo de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca y que, en el concreto sector de la restauración, las relaciones de la Escuela son inmejorables. Y todo ello sin olvidar las excelentes sinergias que se vienen generando entre la Escuela y el maravilloso producto de les Illes Balears. De hecho, personalmente, siempre he entendido la Escuela como un fantástico canalizador de toda esa fuerza única e imparable que genera la hostelería de nuestras islas. La EHIB es el punto de encuentro de todo aquel que ama la hostelería, ese lugar en el que debatir, dialogar, crear, promocionar y promover todo el conjunto de actuaciones que se llevan a cabo en este ámbito. La Escuela es, en definitiva, la casa de todos aquellos que sienten pasión por esta manera de entender la vida: Chefs, personal de sala, directores de hotel, sumilleres, nuestras queridas DO’s o productos que representan y llevan Illes Balears alrededor del mundo.
Felicidades a todos por estos veinte años de trabajo. Y, especialmente, felicidades a todos aquellos que forman parte de este maravilloso proyecto. Gracias a todos los directores por creer; a todas las empresas que han apostado por la excelencia en la formación y que han confiado en esos alumnos que son ya enormes profesionales; gracias a todos los que han acudido, de uno u otro modo, a la Escuela, en busca de ese valor añadido que nos hace diferentes en un sector tan competitivo; pero, sobre todo, gracias y muchas felicidades a todos los profesores y personal de administración y servicios por hacer cada día más grande y mejor esta EHIB. Sin vosotros, nada de esto hubiera sido posible. Os lo he dicho muchas veces pero no me canso de repetirlo: ver trabajar esa maquinaria perfectamente engrasada que es la Escuela en el día a día de la formación, con dos o tres eventos simultáneamente y sin olvidar que, en última instancia, debemos siempre pensar en nuestro gran tesoro, que son nuestros alumnos…es algo sencillamente espectacular.
Y vosotros, los alumnos, el presente y futuro de nuestra hostelería. Sois el principio y el fin. Ver vuestra evolución a las órdenes de los profesionales que se encargan de vuestra formación y comprobar que, finalmente, acabáis desarrollando vuestra carrera profesional en los mejores restaurantes y hoteles del mundo, es mágico. Felicidades, felicidades de todo corazón. Y toda la fuerza para seguir en la línea que entre todos hemos marcado. Con ilusión y este equipo, muchos éxitos por delante y muchos años por vivir.
