El delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez, afirmó este martes en el Senado que Frontex opera en el archipiélago desde febrero de 2025. Sin embargo, la evidencia en el terreno es escasa y nadie tenía ni la menor noticia del operativo. Ni él mismo o alguna otra autoridad le habían hecho referencia hasta ese momento, lo que resultó desconcertante.
Según ha publicado mallorcadiario.com, la presencia de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) se limita a un único avión de patrullaje marítimo de la Guardia Costera de Islandia, destacado en Málaga. Este avión realiza vuelos de vigilancia en el sur del Mediterráneo, incluyendo las baleares y el Estrecho de Gibraltar, en el marco de la Operación Índalo, centrados en la detección de migración irregular y delincuencia transfronteriza.
La petición del Govern de les Illes Balears y los consells insulars de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, reiteradamente planteada al Gobierno central, se refiere al despliegue de efectivos de Frontex en la ruta migratoria entre Argelia y Baleares, similar al que existe en Canarias. La respuesta del Ejecutivo central ha sido decepcionante. Tanto como lo fue su oposición a reconocer la existencia de una ruta consolidada entre el norte de África y Baleares.
La ausencia de medios y recursos adecuados por parte de la Unión Europea y del Gobierno central deja a Baleares en una situación de vulnerabilidad
Ante la inacción del Ejecutivo central, competente en inmigración resguardo fiscal del Estado y control de fronteras, las autoridades autonómicas e insulares, encabezadas por la presidenta del Govern, Marga Prohens, se han visto obligadas a trasladarse a Bruselas para denunciar la situación ante la Unión Europea.
La falta de un despliegue efectivo —no meramente anecdótico— de Frontex en Baleares, pone en evidencia la desconexión entre los anuncios del Gobierno central y la realidad sobre el terreno. La migración irregular es una preocupación legítima para las islas, que requieren una respuesta coordinada y eficaz. Sin embargo, la ausencia de medios y recursos adecuados por parte de la Unión Europea y del Gobierno central deja a Baleares en una situación de vulnerabilidad.
Es imperativo que las autoridades competentes, Comisión Europea y Gobierno de España, asuman su responsabilidad y desplieguen los recursos necesarios para hacer frente a este desafío. La seguridad y la estabilidad de las islas están en riesgo. Y el Gobierno no puede conformarse ni darse por satisfecho con un avión en Málaga. Algo ridículo, dada la magnitud del problema.