El Consell de Mallorca y Es Baluard organizan esta exposición que se inaugura este jueves en el marco de la celebración de la Diada de Mallorca, que forma parte de la programación de la Biennal B y que se podrá visitar hasta el 21 de septiembre, ha informado la institución insular en un comunicado.
La vicepresidenta y consellera de Cultura y Patrimoni, Antònia Roca, ha explicado que la propuesta "revisita la memoria, el vacío y la fragilidad de los símbolos a partir de los Bous de Costitx, hallados fortuitamente en 1895 y convertidos desde entonces en icono patrimonial de la isla y objeto de disputas históricas".
La muestra, comisariada por Jackie Herbst y Sofía Borrás, es un gran altar de nueve metros de longitud en el que fragmentos de escayola —copias de las cabezas originales, conservadas en el Museo de Mallorca— conviven con escombros, polvo y restos escultóricos que "evocan una arqueología de la escoba", ha detallado el artista Bernardí Roig.
Una luz estroboscópica atraviesa la instalación generando destellos intermitentes que interrumpen la percepción continua y evidencian la fragilidad de la presencia, subrayando la tensión entre lo visible y lo ausente. "Lo que vemos no es lo que hay, sino lo que nos mira", ha explicado Roig.
INVITACIÓN A LA REFLEXIÓN
La instalación invita a reflexionar sobre el poder de las imágenes no solo como representación, sino también como ocultamiento y latencia.'Hem arribat a l’infern!' constituye el tramo final de un itinerario expositivo de Bernardí Roig en torno a la figura de los Bous de Costitx, después de 'El laberinto de luz y la cabeza del Minotauro' (Centre Pompidou Málaga, 2022) y 'Caps [y] Bous.
El tercer cuerno' (Museo Arqueológico Nacional, 2025).La propuesta concluye en Mallorca con esta instalación y una conferencia-performance del filósofo y crítico de arte Fernando Castro Flórez, que tendrá lugar el día 25, a las 19 horas, en el santuario postalayótico de Son Corró, en Costitx, donde se encontraron las piezas originales.
Bernardí Roig (Palma, 1965) desarrolla un trabajo multidisciplinar que abarca la escultura, vídeo, dibujo, pintura y textos, con una reflexión obsesiva sobre el aislamiento, la pulsión erótica y el deseo, a través de un lenguaje destilado de herencia minimalista y conceptual que sitúa la representación de la figura humana en el epicentro de su problemática.