La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha mostrado este viernes, su firme al proyecto de decreto elaborado por el Govern Balear que exige conocer el idioma catalán para trabajar en la sanidad pública. Esta organización, que con más de 50.000 afiliados es la mayoritaria en el sector, ha tildado de "despropósito" la citada medida cuya iniciativa atribuye a la formación ecosoberanista Més.
Según las estimaciones del sindicato médico balear (Simebal-CESM) que maneja la Confederación Estatal, la aplicación de la medida supondrá la exclusión de 340 médicos interinos, de 3.500 profesionales de enfermería y de más de un millar de auxiliares, cuando Baleares adolece de escasez crónica de profesionales por razones de su insularidad.
También la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos ha apuntado que imponer la lengua catalana "no obedece a una demanda social, como dan a entender a sus promotores"
De acuerdo a esta organización sindical la prueba de ello "es que de las 7.000 quejas recibidas en el servicio de salud el último año, sólo cinco fueron puestas por personas que echaban en falta ser atendidas en catalán".
La postura de la Confederación Estatal es que la acreditación del conocimiento de la lengua autonómica de Baleares debe ser un mérito valorable y no un requisito "sine qua non" para el acceso a los puestos de personal facultativo sanitario asistencial.
Además, considera que el proyecto no prima el derecho constitucional a la protección de la salud, que, reitera puede verse afectado por las dificultades que genera a la hora de contar con los profesionales que se precisan para atender debidamente a los ciudadanos.
En su comunicado, destaca la organización que La igualdad de oportunidades y la libre circulación de los profesionales en el conjunto del Sistema Nacional de Salud es un principio básico que puede resultar afectado por la exigencia balear de acreditación de conocimiento de la lengua catalana, pues restringe ese principio, o al menos es susceptible de hacerlo.
Y apunta finalmente que la obligación de los candidatos de acreditar los conocimientos de la lengua autonómica, y además mediante unos determinados certificados, subordinando la admisión a los procedimientos de cobertura de puestos a su aportación, "puede resultar incompatible con el artículo 48 del Tratado de la Unión Europea, pues puede suponer un obstáculo a la libre circulación de profesionales".
"En conclusión, CESM insiste en repudiar el citado proyecto y manifiesta su total apoyo al sindicato médico de las islas en cuantas iniciativas tome para oponerse al mismo", sentencia.