La novela 'Ars Occulta' es su primera novela. ¿Qué le impulsó a escribirla?
Durante años he trabajado como periodista y ensayista, pero hay territorios que sólo pueden explorarse a través de la ficción. 'Ars Occulta' ha sido un laboratorio narrativo donde he mezclado filosofía y misterio. Y Mallorca, con su luz y su sombra, ha sido el escenario ideal para esa búsqueda.
¿Cuáles serían los principales ejes sobre los que gira la trama de esta obra?
La novela arranca con la aparición en Miramar de un manuscrito perdido de Ramon Llull, el Ars Occulta, y sigue a varios personajes que intentan descifrarlo. Cada uno representa una vía iniciática, la razón científica, la fe simbólica y la búsqueda interior. En el fondo, es un viaje iniciático estructurado en torno a enigmas filosóficos que me obsesionan.
¿Aún queda algo hoy en día de la antigua Mallorca mágica y mística?
La Mallorca mágica murió con el cambio de siglo. La isla de la calma se ha convertido en los últimos cuarenta años en isla de los atascos y la especulación. Esa Mallorca sólo existe ya en la mente de los nostálgicos. Pero hay una Mallorca oculta, llena de señales, cuevas, ermitas y topónimos que conservan la huella de Llull, de los sufíes, de los cabalistas y de los primeros alquimistas cristianos.
¿Dónde podemos encontrar esa Mallorca oculta?
Esa Mallorca invisible todavía respira en lugares como Randa, Miramar, el Call de Ciutat o la Serra de Tramuntana. Lo que he intentado es revelarla, mostrarla como un espejo donde cada lector puede reconocerse.
"La isla de la calma se ha convertido en los últimos cuarenta años en isla de los atascos y la especulación"
Uno de los protagonistas de la novela es, de algún modo, Ramon Llull. ¿A qué se debió esta elección?
Llull es un gigante al nivel de Leonardo da Vinci, Newton o Einstein, una de las mentes más grandes de la historia de Europa y además mallorquín. Su figura sintetiza lo que más me interesa, el cruce entre mística, ciencia y lenguaje. Fue un pensador total, adelantado a su tiempo, que entendió el mundo como una red de correspondencias.
¿En qué sentido?
Su Ars Magna fue el primer intento de crear un sistema lógico que anticipó la informática y la inteligencia artificial. Creó un algoritmo para entender y explicar la naturaleza y a Dios, una especie de algoritmo espiritual. En Ars Occulta, Llull reaparece como un sabio vivo que sigue operando desde la memoria simbólica de la isla.
¿Cree que se le ha dado a Ramon Llull la importancia que merece en la historia de la filosofía?
Nos han contado que Llull fue un religioso que inauguró la literatura catalana, y eso es cierto, pero sólo es una parte de su dimensión real. Fue también un científico, un visionario y un adelantado a su tiempo. Su vertiente más racional y experimental ha sido estudiada con mayor profundidad por los alemanes y los ingleses que por los propios españoles.
Es cierto, sí...
Era, sencillamente, demasiado genial para ser comprendido en su época. Sin embargo, todos los grandes pensadores que vinieron después, Marsilio Ficino, Descartes, Leibniz, Newton, reconocieron su maestría y su legado.
"Ramon Llull sintetiza lo que más me interesa, el cruce entre mística, ciencia y lenguaje"
¿Cómo debería ser recordado?
Llull fue el germen de la modernidad, pero la historia oficial lo relegó al terreno religioso. Los alemanes lo estudiaron como precursor de Leibniz y de la lógica combinatoria, pero en el mundo latino sigue siendo tratado como un visionario piadoso. Fue mucho más que eso, un pensador sistémico, pionero del pensamiento relacional, el puente entre el Medievo y la ciencia moderna.
¿La forma de pensar que tenía Llull puede ayudarnos también hoy a resolver determinados problemas?
Llull enseñó que la palabra es más poderosa que la espada, que el diálogo es superior al dogma y que el conocimiento no sirve si no conduce a la comprensión. Su método era inclusivo, combinatorio y profundamente humanista. Frente a la polarización actual, su sistema propone integrar lo que parece opuesto. Esa mirada que une razón y espíritu, individuo y comunidad, es más urgente que nunca. No nos vendría mal que volviera Ramon Llull a organizarnos un poco.
Otro de los genios que aparece en su novela es Isaac Newton. ¿En qué contexto lo hace?
El destino de Ramon Llull guarda un paralelismo curioso y casi inverso con el del físico inglés Isaac Newton. Ambos fueron consagrados como pilares del pensamiento racional: Llull artífice de una lógica combinatoria al servicio de la teología y el saber, Newton padre de la física moderna y emblema indiscutible de la ciencia ilustrada. Sin embargo, ambos arrastraron una sombra alquímica que la historia prefirió relegar.
¿Qué pasó en el caso de Newton?
Newton se dedicó intensamente a la alquimia, aunque esa faceta fue silenciada por sus biógrafos durante siglos. Sólo en el siglo XX comenzó a revelarse la magnitud de ese legado oculto. Tras su muerte, sus manuscritos pasaron de mano en mano hasta que fueron subastados en 1936. Entre ellos aparecieron miles de páginas plagadas de símbolos crípticos, recetas herméticas y experimentos de laboratorio.
"Newton se dedicó intensamente a la alquimia, aunque esa faceta fue silenciada por sus biógrafos durante siglos"
¿Quién fue el primer intelectual en reconocer la importancia de esas páginas?
El primero en reconocer su importancia fue el famoso economista John Maynard Keynes, quien adquirió parte del archivo y concluyó, con asombro, que "Newton no fue el primer hombre de la era de la razón, sino el último de los magos".
¿Para leer 'Ars Occulta' hay que tener conocimientos previos de filosofía o de ciencia?
No. Es una novela concebida para cualquier lector curioso. Quiero creer que es una novela de aventuras. He introducido varias capas. Quien busque aventura y misterio encontrará un thriller simbólico. Quien quiera ir más allá hallará claves filosóficas y espirituales. Mi objetivo era justo ese, que el conocimiento profundo se disfrute como un viaje narrativo. Si una novela no entretiene y no engancha, no me interesa.
¿Le gustaría seguir escribiendo obras de ficción a partir de ahora?
Sí. 'Ars Occulta' es sólo la primera puerta de un universo narrativo mayor. Ya estoy trabajando en otros proyectos, una novela más contemporánea donde la investigación periodística se mezcla con el mito y la metafísica. Me interesa la ficción como vía de exploración.
¿Su dilatado bagaje como periodista le ha ayudado a la hora de escribir su primera novela?
Me ayudó en el rigor y la estructura, pero tuve que desaprender la economía de la noticia y quitarme los corsés del oficio. La literatura consiste en narrar, no en contar ni explicar hechos. En la novela el tiempo se expande y el lenguaje se abre a lo simbólico. El periodismo te enseña a mirar el mundo, la literatura te permite reescribirlo e interpretarlo. 'Ars Occulta' nace de esa tensión entre la observación del reportero y la imaginación del escritor.





