Este domingo se celebra, un año más, el 8M, el día grande del feminismo en todo el mundo occidental. Este año, en España, va a ser el primero que se celebre con un Gobierno tan feminista y con un gobierno que no se sostiene con pinzas como los de estos últimos años. Mientras el movimiento feminista se tira los trastos a la cabeza por temas como el de las mujeres trans, los vientres de alquiler o la legalización (o no) de la prostitución, es hora de que los hombres empecemos de una vez por todas a manifestarnos feministas sin complejos y a actuar como tales.
Por más que la ultraderecha y el feminismo liberal busquen enfrentar al feminismo con la mayoría de hombres, lo único cierto es que el feminismo es un movimiento integrador donde caben todas las personas independientemente de su sexo, de sus genitales o de su estatus económico y social. Decía esta semana Silvia Munt que “Si eres buena persona, eres feminista”. Y no le falta ni una pizca de razón. El poder del heteropatriarcado después de tantos siglos de educación machista es terrible. Sólo los hombres acomplejados, maltratadores, puteros o canallas varios pueden ir en contra del feminismo por la amenaza que supone para ellos. Los hombres debemos ser generosos y practicar la empatía para entender y hacer nuestra también la lucha feminista, que es una lucha de toda la gente de bien.
¿Cuántos de ustedes que me leen no han ido alguna vez de putas? ¿Cuántos de ustedes no han maltratado alguna vez a sus parejas aprovechando que por aquel entonces tenían el viento a favor? ¿Cuántos de ustedes han educado a sus hijas para ser señoritas de bien y a sus hijos para ser unos machirulos “valientes”? ¿Cuántos de ustedes alguna vez han pensado aquello de “es que van provocando” cuando ven a una chica vestir sexy? ¿Cuántos de ustedes no se creen superiores a las mujeres por el simple hecho de rebosar testosterona como bestias?
El enemigo es el machismo, los prejuicios y el odio que predican día y noche desde la caverna. El feminismo es cosa de todas y todos, y hoy es un buen día para empezar a practicarlo. El 8 de marzo nos vemos en las calles.
