O al menos ésta es la utilidad que ha encontrado la madre del cazador de estos pequeños seres que han inundado las redes sociales y que seguramente se pasa buena parte del día en la calle, como otros muchos miles de seguidores.
Una curiosa iniciativa que incluso podría engrosar la lista de nuevos perfiles de trabajo: cazador de pokémon y repartidor de currículums.