Hecha la ley, hecha la trampa. La Junta Directiva de la Federación Nacional de Hostelería ha encontrado una fisura en en el RD 895/2013 por el que se prohíbe desde hoy rellenar las aceiteras en cualquier establecimiento de restauración en pos de “un firme compromiso con todas aquellas medidas que contribuyan a reforzar la competitividad” del sector del aceite de oliva.
Dicho recoveco consiste en introducir algún condimento en el recipiente contenedor -por ejemplo un diente de ajo, tomillo o una hoja de laurel- y etiquetar con total claridad el envase informando de que es un "aderezo para ensaladas".
"De este modo no estamos sirviendo aceite, ya que no contiene sólo aceite, pero a la vez tampoco cambiamos radicalmente su sabor ya que para que ésto ocurra, ha de impregnarse bastantes días, algo que no ocurrirá dado el margen de tiempo que dura una aceitera", como asegura Pilar Carbonell, presidenta de CAEB Restauración.
Carbonell muestra su indignación por tener que estar haciendo estas "piruetas" legales para que ningún restaurador sea sancionado por ello. "Nosotros hemos informado de esta posibilidad y luego cada uno hará lo que considere".
Según esta entidad, la norma del aceite en monodosis va a duplicar el coste de este bien al empresario. "Y en estos tiempos, medidas como éstas, son imperdonables".







