Las luces se han apagado a las ocho y media de la tarde de este sábado en la mayoría de ciudades del mundo para cumplir con la décima Hora del Planeta. Durante 60 minutos, las luces de los principales monumentos han apagado su iluminación para concienciar sobre los peligros del cambio climático en una iniciativa del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) que comenzó en Australia en 2007 como un gesto contra las emisiones de dióxido de carbono producidas por el hombre.
Este año la convocatoria de WWF de apagar todo aparato eléctrico desde las 20.30 horas y durante una hora ha llegado hasta 7.000 ciudades de 172 países. La organización no audita los resultados de ahorro de energía de la iniciativa, pero ha encargado una investigación que revela que hasta uno de cada cuatro australianos participa.
En Baleares, varias ciudades han seguido la convocatoria. En Palma se han apagado las luces de edificios tan singulares como la Seo, el Castillo de Bellver o el Gran Hotel, que se puede ver apagado en la imagen.
