Este miércoles 4 de mayo se habrán cumplido ya tres meses del día en el que se puso en marcha el cobro del parking del hospital Son Espases. Era el 4 de febrero y el caos y las deficiencias fueron tan enormes que el centro hospitalario tuvo que dar marcha atrás en su decisión y lo hizo mediante un escueto comunicado de la dirección, en el que se limitaba a decir que “durante la mañana de hoy, la dirección del hospital ha recibido denuncias de algunos trabajadores a los que se les ha cobrado de forma inadecuada el aparcamiento. Una vez hechas las indagaciones oportunas, se ha considerado que el sistema de cobro no funciona adecuadamente para el personal del hospital. Por este motivo, se han dado las instrucciones oportunas a la concesionaria del aparcamiento para que retorne el dinero cobrado de más a todos los trabajadores. Cuando haya la certeza de que el sistema funcione correctamente, se hará efectivo el cobro”. Lo que no sabía la persona que redactó ese comunicado es que la “certeza de que el sistema funcione” iba a tardar tanto en ser una realidad. Nada más y nada menos que tres meses. De momento nadie habla de este tema y nadie se queja, puesto que disfrutar de un parking gratuito va muy bien en tiempos de crisis. Eso sí, la concesionaria del hospital, aunque guarda silencio, está de los nervios, porque ya lleva tres meses sin cobrar por un servicio por el que tiene derecho a facturar, según el contrato firmado para la construcción de Son Espases. Y eso es mucho dinero. Las dudas en torno a este episodio son múltiples. Por un lado, algunos sospechan que, bajo mano, la concesionaria está cobrando del Ib-Salut un canon provisional (hasta que se celebren las elecciones) como compensación por no cobrar el parking. Y por otro lado, llama la atención que en tres meses no se hayan podido reparar los defectos que tenía. ¿O es que están buscando a Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, para que los reparen? Al margen de estas dudas lo que ya es un hecho evidente, por el tiempo que ha pasado, es que el parking de Son Espases está siendo utilizado por Antich como arma electoral, en este caso para no perder votos. Se trata de un escándalo político del que nadie habla, mucho más grave que la campaña del “dit i fet” paralizada por la Junta Electoral. Todos recordaremos las colas, las manifestaciones y el colapso de la Vía de Cintura cuando se comenzó a cobrar el parking. Y claro, eso no puede volver a pasar poco antes de las elecciones.
