“Si te debo cien libras, tengo un problema; pero si te debo un millón, el problema es tuyo”. Esta frase, pronunciada por John Maynard Keynes, primer barón Keynes (5 de junio de 1883, 21 de abril de 1946) fue un economista británico, considerado como uno de los más influyentes del siglo XX. Sus ideas tuvieron una fuerte repercusión en las teorías y políticas económicas, la principal novedad de su pensamiento radicaba en considerar que el sistema capitalista no tiende al pleno empleo ni al equilibrio de los factores productivos.
Esta es la frase que el Gobierno griego sacó a relucir al negociar con sus socios europeos. Afirmó no poder hacer frente a su enorme deuda pública en las condiciones pactadas y solicitó, por tanto, una revisión del programa que el anterior gobierno había acordado con la Troika. La alternativa, de no alcanzarse un acuerdo, era que los acreedores no cobraran parte de lo que les correspondía. No sirvió de nada la amenaza y Grecia ha tenido que sucumbir de nuevo a las exigencias de la Troika.
¿ Porque estamos padeciendo una crisis tan profunda y larga?. Se está echando la culpa, cínicamente, al pueblo llano que se "aprovecha" de su bien ganado sistema de bienestar social, en lugar de a las grandes empresas, públicas y privadas que usan sus privilegiadas posiciones para asolar un país hasta límites inhumanos como los que estamos viendo en Grecia, España, Portugal, Italia...Porque ¿No será que el mal está en el desigual reparto de la riqueza?.
Teniendo en cuenta que la ciudadanía de a pie nunca puede vivir por encima de sus posibilidades, la explicación está en que los márgenes comerciales de las empresas nunca tienden a disminuir, (antes al contrario); o, en que los salarios de la gente importante tampoco tienden a regularse y adaptarse al momento; o, en que los Gobiernos tienden a cuidar su gallinero y no su país, sembrando este mismo de corrupción por doquier y dejando a la vista las vergüenzas de la falta de inspección del reparto público del dinero de nuestros impuestos.
El sociólogo de la Universidad de Berkeley, Ramón Grosfoguel afirma que Europa con la política de austeridad está empobreciendo los países del Sur para obtener mano de obra barata y competir con China y que el motivo es que el capital financiero alemán necesita una periferia laboral en Europa cercana donde la producción tenga unos costes laborales mínimos.
Como ya apunté en la primera parte, y bajo la dirección de Alemania, estamos viviendo un enfrentamiento entre el Norte y el Sur de Europa que se lleva produciendo desde el siglo XVII, cuando el Sur de Europa estaba visto como un lugar inferior justo después de la guerra de los Treinta Años, cuando Ámsterdam desplazó a España y a la península Ibérica del centro del sistema-mundial creado a partir de la expansión colonial del año 1492.
Los países del Sur (Portugal, Italia, Grecia, Spain) viven en una especie de alienación mental, porque por un lado están subordinados a los poderes del Norte, y por otro ejercen de Norte poderoso en relación a otros lugares del planeta. Se ven a ellos mismos como parte del Norte, aunque con muchas contradicciones. Incluso después de veinte años de ilusión de la Unión Europea, el Norte de Europa no mira al Sur como un igual.
En el Norte utilizan términos como PIGS y dicen que la causa de la crisis son los países del Sur, porque son vagos, perezosos y corruptos. Como si en el Norte no existiera la corrupción, como si la corrupción fuera un atributo del Sur europeo. No reconocen que la causa de la crisis es el pillaje del capital financiero internacional. Pero no es nada nuevo, porque es el mismo discurso que ha empleado Occidente para explicar la pobreza en África, América Latina y Asia.
Por lo que, o el Sur despierta de una vez por todas y se quita el pie de encima de la cabeza de, la que el diario alemán “Die Welt” llama Mami de Europa, Angela Merkel, se descoloniza, planteando otro proyecto geopolítico y otro proyecto económico más allá del capitalismo imperialista occidental para Europa, o va a seguir arrodillado dentro de la propia Europa.