En mi nota anterior concluía que el resultado de las elecciones catalanas del 21-D dependía de cuatro posibilidades determinadas por los comportamientos que adoptaran, por aparte, tanto el voto soberanista como el que no tiene esa orientación. Alguna gente me ha dicho que esa lectura resultaba un tanto criptica. Así que he decidido describirla mediante un cuadro de doble entrada, como el que se muestra a continuación, donde quedan más claros los cuatro escenarios posibles.
Antes de hacerlo, creo conveniente señalar que este análisis parte de dos supuestos previos. El primero, que parece más que evidente que se mantiene el empate sociopolítico en el conflicto catalán. Incluso si el bloque constitucionalista es mayoritario socialmente, la cuestión es que su expresión política es menor en términos relativos. Y eso es también el drama para las fuerzas independentistas: pudieron tener mayoría en el Parlament, pero no suficiente para decidir asuntos especialmente graves. Para eso necesitaban mayoría cualificada y no un empate sociopolítico como el que refleja la realidad social catalana. Por eso optaron por saltarse las reglas del juego democrático (sobre todo los siniestros 6 y 7 de septiembre). Ese es, pues, el primer supuesto de este análisis: que el empate sociopolítico permanece.
El segundo es que todo indica que las fuerzas independentistas no parecen poder desviarse de la fidelidad al procés, lo que las conduce a proponer la continuación del choque de trenes. Si ese discurso se mantiene hasta el 21-D una parte de su electorado puede optar por despegarse de esa propuesta, por temor a la continuación del conflicto sin tregua.
Sobre la base de esos dos supuestos (empate sociopolítico y discurso numantino soberanista) es posible componer el siguiente cuadro. De un lado, se apuntan las dos opciones del bloque no secesionista: quedarse en casa o salir a votar masivamente. Y del otro lado las opciones del voto secesionista: apoyar la propuesta de la continuación del conflicto que proponen sus líderes o bien separarse de esa propuesta (para ir principalmente a la abstención). Al cruzar ambos pares de opciones aparecen cuatro escenarios posibles.





