La primavera parece ya adivinarse por fin en estos primeros días de marzo, a pesar del frío que todavía hace a determinadas horas del día o de la noche. Hay ya algo en el aire, en el ambiente, que nos anuncia la inminente llegada de días más tranquilos y mejores, al menos climatológicamente hablando.
Sólo es necesario que nos fijemos algo más de lo habitual en todo lo que sucede a nuestro alrededor cuando salimos a pasear o cuando andamos por nuestra querida ciudad. Así, los niños y los adultos parecen tener ahora mucha más energía y muchas más ganas de hacer cosas cuando salen del colegio o de la oficina, aunque también es verdad que siempre que salimos del colegio o de la oficina solemos tener normalmente mucha más energía y muchas más ganas de hacer cosas.
La luz empieza a ser también ya algo diferente en este recién estrenado mes y los días son cada vez un poco más largos. Esos cambios físicos se pueden sentir igualmente en las fragancias y en los olores que podemos percibir en los bulevares, los jardines, los parques o las vías que nos conducen directamente al mar. Casi todo nos parece ahora mejor y quizás también más intenso.
El sol es especialmente amable en esta época del año, y quizás por ello lo buscamos casi con ansia en estos días, sobre todo cuando andamos por determinadas avenidas y calles, o por alguna hermosa plaza del centro histórico, aunque yo creo que por una razón o por otra casi todas las plazas son siempre hermosas.
Es cierto que no todo es positivo o bueno, según podemos ver puntualmente en los diarios, las radios y los canales de televisión, entre otras razones porque la tensión política diaria se mantiene o incluso se está acrecentando últimamente mucho, como en nuestros mejores tiempos.
La borrasca Juliette ya ha pasado, pero otras borrascas más o menos etéreas siguen por ahora afectando a nuestro querido país, haciéndonos una no del todo deseada compañía.
A un nivel ya un poco más personal, soy consciente de que aún es un poco pronto para que lleguen mis queridos vencejos o de que algunas noches serán aún muy frías, pero casi todo a nuestro alrededor nos dice que por fin se acerca ya de nuevo la ansiada primavera. Bienvenida y bienaventurada sea.
