Estoy indignado: hay periodistas que dicen que el Consell no sirve para nada. Hay un listillo que habla del “Consell Inmobiliario” de Mallorca. ¡Me he dado cuenta de que se trata de una ironía que pretende desprestigiar a tan noble institución! Y lo voy a denunciar, rompiendo una lanza en favor del Consell. Ustedes verán: mi indignación se genera porque veo estas acusaciones y a la vez veo que el Consell por fin ha adoptado una decisión que los ciudadanos esperan desde hace unos cuantos siglos: la regulación del lenguaje no discriminatorio. Tan noble institución ha acordado invertir en campañas para concienciarnos en el uso del lenguaje no sexista. Los técnicos del Consell, a los que se les han pasado por delante miles de camiones de basura, han establecido que en el caso de “conserge”, si se aplica a una mujer, se dirá “conserga”, y a una mujer no se la llamará “comptable”, dado que no tiene femenino. No se explica, pero se supone que en este caso a la mujer “comptable” se la llamará “oye tú”, porque el Consell no da solución al problema. En cambio, los varones podrán seguir siendo “telefonistas”, porque la noble institución no ha considerado que en sentido contrario haya sexismo. No me negarán que después de ver que el Consell ha hecho un reglamento que resuelve un problema milenario, lo mínimo que debemos hacer es aplaudirlos con las orejas. ¿Ven por qué me indigno con las críticas infundadas?





