INGREDIENTES:
Aprender a respirar, escucha activa, auto observación del cuerpo humano.
ELABORACIÓN: La ira es una de las emociones que más nos trae de cabeza, ya que se desarrolla en nuestro cerebro y es imposible poder controlarla. Ahora bien si podemos aprender a gestionarla a través de la auto-observación así que allá vamos.
Primero tenemos que saber que la ira tiene dos extremos en la forma en la que se manifiesta a los demás. Lo puede hacer desde la pasividad o desde la agresividad, pero en los dos casos estaremos teniendo una mala gestión de la Ira.
Una persona pasiva puede tener ira internamente, simplemente que es devorado por ella y tiene miedo a exteriorizar lo que siente y por el contrario el agresivo, exterioriza, a gritos, todo lo que se le pasa por la cabeza.
En ambos casos estaremos frente a una manifestación errónea de dicha emoción, así que vamos con el plato de hoy y cojamos el ingrediente de la auto observación, y vamos a parar a estudiarnos a nosotros mismos, tenemos que aprender a detectar que pasa por nuestro cuerpo cuando recibimos un estímulo externo que nos altera y nos hace enfadarnos.
Hay quien comienza a palpitarle el corazón rápidamente, a otras personas le sudan las manos, o se les inflama la vena aorta. Cada persona reaccionará de una forma diferente a un estímulo externo que hace aflorar la emoción de la ira. Entonces será cuando tenemos que comenzar a gestionar nuestra respiración, parar de hacer la actividad que estemos realizando en ese momento, respirar lentamente y olvidándonos de todo aquello que no sea la respiración.
De esta forma haremos que llegue suficiente sangre a nuestro cerebro córtex para que este pueda gestionar dicha emoción. Cuando ya nos sintamos más tranquilos, cogeremos el ingrediente de la escucha activa y nos pararemos a escuchar que es lo que realmente nos quiere transmitir la otra persona y no dejaremos de poner atención en nuestra respiración para poder tranquilizarnos. Ahora comienza poco a poco a repetir esta receta, pues necesitará urgentemente de mucho entrenamiento, o no seremos capaces de conseguirlo. Date tu tiempo y no te impacientes, pues esta receta tiene una dificultad bastante alta, ya que por naturaleza, nuestro organismo, tiene una tendencia y debemos de luchar contra ella. No obstante, con un poco de Sal y Pimienta no habrá plato que se te resista.
DIFICULTAD DE LA RECETA: Elevada



