Los dados están sobre la mesa del PSIB. La designación del candidato a la alcaldía de Palmase decidirá en las primarias que se celebrarán en septiembre. Pero de momento sólo hay un aspirante, el abogado Santi Morey, que anunció su candidatura en febrero y que desde entonces ha desarrollado una actividad febril en la ciudad.
Todo apuntaba a un pacto Armengol-Calvo para consensuar el candidato. Pero ahora el aparato del PSIB ya ve a las claras que Morey puede vencer claramente a cualquier candidato que se presente, a no ser que no sea la propia Aina Calvo. Sin embargo, Calvo es ahora prisionera de sus propias palabras.
Cuando aspiraba a derrotar a Francina Armengol y ser candidata a la Comunitat Autònoma, se cansó de decir y repetir por todos los micrófonos de Palma que ella no sería candidata a Cort caso de que perdiese las primarias autonómicas, tal y como pasó. Si ahora se mostrase desleal a su propia imagen mediática, tendría que soportar durísimas críticas por parte del PP y del resto de candidatos.
Calvo está entre la espada y la pared. Por eso aún no ha decidido qué hará, si pactar un candidato conjunto con Armengol, si presentar en solitario a su propio pupilo, probablemente José Hila, o presentarse ella misma teniendo que escuchar día sí y día también las grabaciones en las que proclamó que no quería Palma porque se veía ganadora en Balears. A
Ante esta complicada tesitura para Calvo, el aparato del PSIB, leal a Armengol, mira cada vez con mejores ojos a Santi Morey, un candidato salido desde abajo, que se está ganando los apoyos calle a calle y reunión a reunión y que cuenta cada vez con más apoyos en Ponent, la agrupación socialista de más peso político y con creciente poderío en Llevant y Eixample.