En la temporada 1974-75 el Mallorca llegó a fichar a cuatro entrenadores. Comenzó la liga con Cesar Rodríguez, apodado “el divino calvo”, seguido de Hugo Villamide, reemplazado a su vez por Manuel de la Torre que, impedido por la Federación al haber entrenado a otro equipo la misma campaña, tuvo que ceder su puesto a un tal Alfredo Vera. Ni así logró evitar su descenso a tercera división, pues todavía no se había creado la Segunda B.
Hace poco Olaizola y Pep Alomar obraron el milagro de mantener al equipo en Segunda, tras sustituir a Lluis Carreras que había tomado el banquillo en lugar de José Luis Oltra. Hubo que esperar el último partido de liga para celebrarlo.
Si repasamos no solo la historia local, sino la de otros clubs y categorías, son pocos los que han cambiado su destino a partir del fichaje de tres entrenadores. Con la incorporación de Mandiola el Atlético Baleares tendrá la oportunidad de continuar la estadística o romperla, pero sea cual sea el final de la aventura nadie podrá redimir a los responsables del club de sus repetidas equivocaciones en la selección de jugadores y entrenador. Y eso que el refranero asegura que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Con esta serían tres.
Al nuevo técnico solo cabe desearle que la suerte y la fuerza le acompañen, pero si el blanquiazul fuera un club medianamente serio, que no es el caso, su director deportivo Patrick Messow hace tiempo que habría tenido que coger puerta. Al margen de la planificación de la plantilla fichó de oído tanto a De la Morena como a Melgarejo, convenció a Xisco Hernández para que se quedara en Son Malferit a regañadientes, pero no pudo retener a Rubén Jurado ha engañado a todos con su imposible retorno en enero, ha tenido sus más y sus menos con medio vestuario al trascender los desencuentros con el mallorquín y el primer técnico, a los que han seguido con Gerard Oliva, ahora en el UCAM Murcia y Julio Delgado, sancionado internamente por díscolo. A los precedentes inquilinos de su banquillo, desde Nico López al más reciente, pasando por Siviero, Zigic y Josico, se los cargó por mucho menos. E Ingo Volkman, de negocios por Estados Unidos.
