No es ningún tópico. Eso lo saben muy bien los pacientes y sus familias. En el otoño aumentan las personas que padecen depresiones. Es un hecho, contrastado que en las depresiones más graves, hay una marcada influencia estacional. No hay palabras para describir el poder destructivo de la depresión para dañar y destruir vidas. Daña al entorno familiar, al entorno laboral, impide mantener y construir vínculos afectivos positivos y sabotea lazos muy importantes. A veces, dramáticamente provoca la pérdida definitiva de la vida cuando los pacientes, desesperados y en situaciones límites, de no poder seguir soportando tanto niveles de sufrimiento, se suicidan, dejando una hipoteca psicológica permanente en su familia. A pesar de todo la depresión capta mucha atención… pero no la suficiente.
Todo el mundo es vulnerable a una depresión. No se salva nadie. No hay inmunidad psicológica que nos blinde de padecer una depresión. De hecho todos estamos pre-depresivos. Ahora bien no todos corremos el mismo riesgo de padecer una depresión. Hay diversos factores de riesgo, pero no todos tienen el mismo peso o intensidad. Unos influyen más que otros en el desencadenamiento de una depresión. El cerebro se deprime porque no puede evitarlo.
Hoy tenemos una visión multidimensional de la depresión: hay múltiples caminos en situaciones de riesgo. Algunos son biológicos, otros genéticos, otros psicológicos y otros de tipo social. Su etiología multifactorial tiene que ver con el genoma, el ambioma y el epigenoma .
Es lo que llamamos el modelo biopsicosocial. La vulnerabilidad genética, ( nadie eleige la lotería genética), parece influir en las recaídas de la depresión. Los acontecimientos vitales estresantes, en personas predispuestas pueden aumentar el riesgo de presentar una depresión.
Lamentablemente, no es posible en la mayor parte de casos evitar los factores estresantes, por lo que es necesario ensayar estrategias terapéuticas para que la persona sepa hacer un afrontamiento adaptativo. Siempre teniendo en cuenta que no hay enfermedades sino enfermos, que deben de ser valorados siempre en su contexto psicosocial. Aunque la mente es una función cerebral, nadie es una isla bioquímica.
Busquen ayuda especializada. Hoy tenemos tratamientos psicofarmacológicos y psicoterapéuticos para luchar contra la depresión.
LIBRO RECOMENDADO
Les recomiendo el último libro del vasco que vive en Alemania, desde hace años, Fernando Aramburu. Conmueve, remueve, evoca y provoca. Todo junto. A mí me ha atrapado. Habla de la muerte en vida, de emociones congeladas, de cómo se construye la violencia y los violentos, del miedo, de la complicidad del silencio, del primitivismo, de las relatos y narrativas psicóticas, del poder de las creencias y de las pasiones, de la construcción de una ambiente hostil y paranoide, inundando de desconfianza, de la banalización social de la maldad, de cómo la perversa obscenidad de los espacio sociales, de la necesidad de reparar la culpa, del proceso lento del perdón , de la imposibilidad de perdonar, del coraje , del maniqueísmo excluyente y de la irracionalidad con la que podemos actuar. Rezuma sinceridad y lucidez. La realidad siempre es un buen negocio. Imprescindible su lectura. Su título, con un par: PATRIA.