El diario Balears publicó ayer que el ahorro de Bauzà, que se deriva de reducir las consellerias y las direcciones generales, es sólo el 0,2 por ciento del Presupuesto. Claro, sólo faltaría que el gasto en directivos fuera a ser más del 0,4 por ciento. Al lado del gasto en Sanidad, en Carreteras, Escuelas, Institutos, Universidad o Asistencia Social, los salarios de los altos cargos es una minucia. Lo que sucede es que esa minucia es el 50 por ciento del gasto que se iban a llevar a su casa los dirigentes del PP. Ese dinero era el dinero del PP, de los que se han pasado cuatro años esperando este día. Ustedes verán: tan interesante es este 0,2 por ciento que se ahorra, que Antich y sus amigos no se atrevieron a recortarlo porque es, precisamente, el que se llevan; son sus salarios, sus ingresos. Por eso, antes que tocar aquí, recortaban lo que hiciera falta. No acierta mucho Balears con este enfoque. En realidad le está dando más importancia de la que tiene a este ahorro y, sobre todo, demuestra que no le ha sentado muy bien.
