Nuevamente la Policía Local de Palma, con el apoyo de la Policía Nacional, irrumpieron este martes en el poblado de Son Banya, con maquinaria pesada, excavadoras, buldóceres y camiones, con el objetivo de derribar las casetas ilegales utilizadas como puntos de venta de drogas.
Es la quinta actuación de estas características, ordenada por el Ayuntamiento de Palma en lo que va de año. La reiteración en la ilegalidad por parte de los clanes de controlan el enclave chabolista, que una vez tras otra reconstruyen lo que las máquinas derriban, demuestra que se trata de un persistente desafío a las autoridades y a la ley que requiere de una respuesta continuada.
Debe quedar claro que no se trata únicamente de urbanismo, sino de seguridad ciudadana, prevención del delito y responsabilidad institucional. Los narcotraficantes que dirigen el conocido como “supermercado de la droga” no pueden salirse con la suya.
La decisión del consistorio palmesano de actuar tantas veces como sea preciso, como declaró el alcalde Jaime Martínez en su día, se confirma con operaciones como la del martes. La tolerancia con las actividades ilícitas que se llevan a cabo en Son Banya, o el mirar hacia otro lado, son cosas del pasado.
La tolerancia con las actividades ilícitas que se llevan a cabo en Son Banya, o el mirar hacia otro lado, son cosas del pasado
Sin embargo, las excavadoras por sí solas no bastan. Este tipo de medidas deben acompañarse de políticas sociales, de reinserción, de vigilancia reforzada, de coordinación policial y de una estrategia a corto, medio y largo plazo en todos los frentes. Solo así podrá evitarse que Son Banya se perpetúe como un lugar sin ley, o donde mandan los traficantes de drogas.
No cabe ceder. Actuar una vez, dos veces, tres o cinco es obligación de las autoridades competentes, en defensa de la legalidad y del interés general frente al desafío y la provocación criminal. Y mientras haya casetas, barricadas y clanes actuando delictivamente, perseverar en la respuesta del Estado de Derecho, con la ley en la mano y sin titubeos, es la única posibilidad que existe.
