El Govern nos ha mostrado la tarjeta roja. Ha hecho público el nuevo pantone de color que va a regir en la repintada Tarjeta Sanitaria Individual (TSI). Un nuevo look, centrado en el rojo, para un documento plástico con las mismas funciones que la anterior. Un cambio de imagen sin ampliar funciones ni servicios que ya se disfrutan en otros territorios.
Un nuevo color que no se acompaña de capacidades de interoperabilidad activas en la mayoría de comunidades. Incluido el acceso a través de la TSI a los documentos de la historia clínica personal
La mayoría de servicios de salud continúan apostando por el azul, acompañando al verde, blanco o amarillo. La comunidad valenciana es la única que ha virado al rojo manteniendo el blanco como hegemónico. Pero en realidad, ¿qué importa que el gato sea blanco o negro con tal de que cace ratones ?.
Después de una semana parlamentaria de pasión en la que se han sucedido la aprobación de leyes tildadas de anticonstitucionales como la de los 'toros a la balear' y la de regulación del alquiler turístico, según todas las partes, incumplible, se hubiera entendido mejor una apuesta, por el morado o incluso el negro, que por el rojo
En cualquier caso, es previsible que mejore la TSI de la cuchipanda sanitaria de Bauza, aunque se queda corta, muy corta. Un tema menor al lado de la dramática imprevisión de un servicio de salud que, al parecer, ha estado trabajando sin copia de seguridad de sus sistemas de información y con sistemas de información poblacional caducos y dispersos.
En el otro lado de la balanza, es lógico reconocer el esfuerzo que se está haciendo en la reducción de las esperas y en la consolidación definitiva, a los diez años de su implantación, de la carrera profesional.
Buen finde amigos y para los que les toque, buenas vacaciones.
