El Govern de Bauzá lleva aproximadamente dos meses en el poder. Desde entonces, los mensajes económicos que ha lanzado provocan más depresión de la que había antes de las elecciones. Bauzá y el PP fueron votados para sacar esta situación adelante, pero da la sensación de que viven instalados en el pesimismo en lugar de dar una hoja de ruta clara para solventar los graves problemas de la sociedad balear. Uno de esos problemas es el impago por parte de la Administración autonómica. El propio Govern reconoce que las deudas ascienden a más de 1.000 millones, pero los mensajes sobre cuándo pagarán a los proveedores son contradictorios. El portavoz del Ejecutivo anuncia que los pagos se harán en octubre, el vicepresidente Aguiló habla de septiembre, y Bauzá anuncia un calendario serio. Se pongan de acuerdo en las fechas, pero empiecen a lanzar mensajes de optimismo y a pagar las deudas. De lo contrario, la sociedad balear se puede ir al garete antes de lo que nos pensamos.
