Esa es la próxima adquisición que les anuncio: palomitas, un cubo, que iré comiendo viendo el espectáculo que en los próximos meses van organizar los camaradas de MÉS en relación a que ellos son los únicos buenos que han intentado acabar con los vertidos de aguas sucias en la bahía de Palma y, sin embargo, van al cadalso sin motivo y por una conspiración.
Ellos, los de MÉS, que se definen como ecolos, son, o fueron, los primeros contaminantes de la Ciudad. ¿Quién echa más suciedad en tierra o mar que las Administraciones? Si lo hiciese un particular o una empresa privada sería un facha, además de un asesino medioambiental; si son ellos es una conspiración contra sus cándidas almas.
Les cuento: estaba siendo un verano extraño y se producían lluvias de verano de manera exagerada, grandes tormentas de corta duración; se inundaba la primera fila del Molinar y se vertía al mar suciedad de todo tipo; leía y releía el Código Penal y lo que veía se parecía mucho al delito medioambiental. A medida que iba pasando ese extraño verano la situación iba a peor: playas cerradas y el agua del mar de un tono marronoso y de olor fétido que en nada se parece al azul turquesa que debería tener.
Eso debía terminar. Era inconsentible. Alguien debía tomar algún tipo de iniciativa para que no se deteriorase el mar de la manera en que estaba sucediendo. Yo acababa de regresar de unas vacaciones extrañas y cortas, siempre demasiado cortas, y decidí dirigirme a la Fiscalía de Medio Ambiente, de la cual, cosa extraña, no tuve noticia. Parece ser que la Fiscalía solo admite denuncias contra políticos si son anónimas.
Ante ese abandono reproduje el escrito ante el Juzgado de Guardia. Lo demás es historia. Ya la conocen y no les aburriré con lo que ya saben. Y ya han pasado unos tres o cuatro años.
Para su tranquilidad les cuento, entre palomita y palomita, que no hubo conspiración de ningún tipo. No se orquestó una trama, como desde otros partidos se hizo contra determinadas personas (celebre la cena del Fiscal Horrach y el Conseller Manera en Portals). De hecho, la denuncia no se dirige contra nadie, sino contra los supuestos autores. Es el Juez quien ha puesto nombre y apellidos a los responsables.
Nunca pude identificar a los responsables, pues los desconocía. Aún hoy los desconozco. Que quede claro que yo no denuncié a ningún cargo ni persona concreta. Si sostienen otra cosa, mienten. Sobra decir que, a estas alturas del procedimiento, siguen disfrutando, como cualquier ciudadano, de la presunción de inocencia.
Ninguna firma mía verán en toda la causa más que la de una ratificación en la denuncia.
Personalmente me siento ganador y completamente satisfecho, aunque me señale por la calle gente que no me conoce y a las que no conozco y me feliciten asimismo desconocidos por mi coraje. (Abro paréntesis. Qué me puede pasar en un estado de derecho. Qué podrían hacerme. Cierro paréntesis).
He leído en mass media de Palma que el Almirante Hila ha ejecutado las obras para que se reduzcan en un 90 por ciento los vertidos. ¡Con las complicaciones contractuales de una obra de esa envergadura!
Parece ser que sí se podía, y especialmente si lo ha hecho el Alcalde-Almirante más vago de la historia de nuestra Ciudad, y de cualquier Armada, que va a dejar a Palma en una situación penosa, invadida de plagas de ratas, delincuencia, suciedad y un montón más de deficiencias.
Es triste que los políticos reaccionen solo cuando ven que pueden ir contra ellos y no actúen en beneficio de la ciudadanía. ¿Cuántas personas pueden haberse infectado de cualquier enfermedad en las playas de Palma por la desidia de nuestros políticos?
Los Césares, cuando entraban en Roma en loor a multitud, llevaban en su carro a un esclavo que, sujetando la corona de laurel, les decía en latín macarrónico “memento mori”. Y eso que eran los hombres más poderosos del mundo antiguo.
Quizás, en la antesala de sus despachos, deberíamos manumitir algún esclavo y con plaza de funcionario que les corresponde y el nivel de Latín C1, para que les recordase a los concejales y Alcaldes, Almirantes o no, que son mortales. (Les recomiendo la película 'Stico', del reconocido facha Fernando Fernán Gómez, donde se aborda la manumitio).
En relación a la militancia o no, por mi parte, en un partido, es una cuestión personal sujeta a mi intimidad y que a nadie más importa; no soy un personaje público que haya ostentado, ostente u ostentará un cargo público y que vive en su merecido anonimato.
Seguiré, como ciudadano y patriota, estando a disposición de quien sea Alcalde, Presidente de la Comunidad, o de la Comunidad en la que vivo. Seguiré estando a disposición de los Ciudadanos de Palma para colaborar en aquello que mejore nuestra ruinosa Ciudad. No más que nadie, pero tampoco menos que nadie.
La presentación de la denuncia en los términos que lo hice es obligación de cualquier ciudadano que tenga conciencia de que se está cometiendo un delito. No tiene que ver con una banda, sino con la buena vecindad.
Lo que está pasando en estos últimos años me genera una gran duda: ¿de no existir la denuncia que interpuse, se hubiesen realizado en ese supuesto tiempo récord las obras de infraestructura por parte del Ayuntamiento? Afortunadamente, nunca lo sabremos. Todos y cada uno de nosotros tenemos nuestra opinión al respecto.
Señores de MÉS que me aluden, solo soy un ciudadano de Palma que quiere que con sus impuestos se gestione una de las ciudades más bonitas del Mediterraneo. Queda medio millón de ciudadanos más a los que atender; háganlo y, quizás, algún día, reciban un voto mayoritario. Mientras tanto, trabajen, trabajen y sigan trabajando para nosotros, los ciudadanos, que somos sus empresarios y quienes les pagamos sus salarios, muy por encima de la media de la ciudad.
Y cuando estén cansados, vuelvan a trabajar por esa ilusión que se llama PALMA, nuestra querida PALMA, para la que, de un modo u otro, todos debemos trabajar.
En la inmensa mayoría de ocasiones la respuesta suele ser más sencilla que la de las conspiraciones. Reflexionen sobre ello, si les apetece. Sigo con mis palomitas.
