Un dueño de un restaurante italiano decidió premiar a una familia por el buen comportamiento de los niños durante una comida. El empresario señaló que los niños, después de comer, se dedicaron a pintar y que los padres no utilizaron aparatos tecnológicos para entretenerlos. En un restaurante de Padua (Italia), el dueño del local descontó 13 euros a una familia por el buen comportamiento de los niños. Cuando sus padres pidieron la cuenta, Antonio Ferrari, el empresario del restaurante, se inventó un concepto “descuento niños educados”. Fue el propio dueño el que compartió la imagen
