Era su primera actuación en Ibiza y, claro, tras la actuación del día anterior en el Auditorio Palacio de Congresos Mar de Vigo con la Real Filharmonía de Galicia, debió parecerle una actuación familiar.
No más de 50 personas como público. Pero tanto ella como los músicos que la acompañaron sobre el escenario (Sérgio Tannus a la guitarra, Santi Cribero al acordeón e Isaac Palacín a la percusión), se entregaron por completo y dieron lo mejor de sí mismos y de su música para que la noche fuera inolvidable.
Uxía ofreció una actuación redonda, con temas tradicionales de la música gallega pero también con otras piezas alejadas del folk, aunque siempre engarzadas a la tierra gallega por un motivo u otro. Así, se oyó un tango magnífico, “Garufa”, un blues, e incluso un tema a capela solo acompañada por dos panderos.
Con el cuidado de quien sabe que no todo el mérito es suyo, no ahorró en explicaciones para dar a conocer de dónde surgía cada canción, citando a los poetas y a los compositores.
Por supuesto, animó al público a cantar con ella, lo cual no fue fácil porque lo que todos querían era oír su voz sin interferencias. Una voz cálida, poderosa, dulce, propia de una mujer sabia sobre los escenarios, donde lleva más de 30 años actuando y 12 discos grabados.
Su música está fuertemente enraizada en la tierra y en la lengua gallegas, pero con la generosidad y la amplitud de miras, más que eso, el convencimiento de que hay que difundirla y fusionarla con otras tierras, otras culturas y otras músicas.
Defendió que “el idioma es la llave con que abrimos el mundo” y también “la revolución de las mujeres”. Y se atrevió a cantar “Bona nit blanca roseta”, dejando a todo el público extasiado.
No todos los artistas se atreven a tocar el último tema entre el público, sin micros. Ellos lo hicieron.
Espléndido concierto que mereció mucho más público, pero de eso hablaremos otro día.
Este domingo en el IV Festival Cultural Nits de Tànit, actuará Elida Almeida, de Cabo Verde.