El Ayuntamiento de Alaró ha decidido ampliar músculo jurídico para hacer frente a la avalancha de solicitudes urbanísticas que amenaza con colapsar el ritmo administrativo. El Consistorio ha aprobado la contratación temporal de un apoyo jurídico especializado en urbanismo con el objetivo de agilizar la tramitación de licencias de acreditación y procesos de regularización de viviendas.
El alcalde, Llorenç Perelló, admite que el momento no es casual. “Nos encontramos ante una avalancha de licencias y debemos garantizar que todas puedan tramitarse con la máxima agilidad”, explica. Actualmente, el plazo medio para la emisión de informes ronda los tres meses, una cifra que el alcalde subraya como “inferior a la de otros municipios”, aunque insuficiente ante el volumen de expedientes que se acumulan sobre la mesa.
VIVIENDAS QUE BUSCAN ENCAJAR EN LA LEGALIDAD URBANÍSTICA
La mayoría de estas solicitudes tienen un denominador común: viviendas heredadas que ahora buscan encajar en la legalidad urbanística. Un proceso que, según Perelló, permitirá “dar acceso a una nueva vivienda a muchas personas” que hasta ahora tenían sus propiedades en una especie de limbo administrativo. El refuerzo jurídico pretende precisamente evitar que ese limbo se alargue más de la cuenta y, si es posible, reducir aún más los plazos.
Pero no todo es burocracia y expedientes. Detrás de este movimiento también hay números. Las legalizaciones conllevan tasas e ingresos adicionales para las arcas municipales, un dinero que el Ayuntamiento ya tiene en el punto de mira. “Tenemos la previsión de poder adquirir algunos espacios destinados a aparcamientos”, señala el alcalde, que no oculta que la falta de estacionamiento se ha convertido en uno de los dolores de cabeza diarios del municipio.
La normativa permite destinar estos ingresos a ese tipo de inversiones y el Consistorio quiere aprovechar la oportunidad para aliviar un problema que afecta por igual a vecinos, trabajadores y al tejido productivo local. En resumen: más licencias tramitadas, más viviendas regularizadas y, con suerte, menos vueltas en coche buscando aparcamiento.
