Blanca Suárez en modo flapper y Donostia de fondo. La imagen es potente, cinematográfica, casi un fotograma perdido de El Gran Gatsby que se nos cuela en la alfombra roja del Festival de San Sebastián. La actriz llega para presentar Parecido a un asesinato y lo hace con un vestido que no solo brilla: cuenta una historia de libertad, ritmo y noche. Y en esa narración hecha de tul, flecos y transparencias, Donosti también hace de coprotagonista.
Blanca Suárez revive el glamour años 20 en Donostia con un flapper dress hipnótico
Como cada septiembre, la ciudad se rinde a su gran cita con el cine. En su 73.ª edición (del 19 al 27), la premiere mundial de Parecido a un asesinato firma uno de esos momentos que quedan en la retina. Junto a Eduardo Noriega, Tamar Novas y Claudia Mora, Blanca posa primero ante la prensa y después en la presentación oficial. Escenario: cines Príncipe, a un paso de la Zurriola y a tiro de piedra del Kursaal. Resultado: un look que es declaración de intenciones.
Moda, cine y memoria se cruzan en el vestido de Nina Ricci colección otoño/invierno 2025, una de las primeras de Harris Reed al frente de la maison. Reed bebe de ese espíritu flapper que rompió moldes hace un siglo y lo traduce a 2025 con una sensibilidad moderna.
La pieza que luce Blanca mezcla sensualidad y dramatismo a partes iguales. Está confeccionada en tul transparente con pequeños lunares negros, y cubierta de flecos de lentejuelas que forman volantes y se mueven con cada paso. La estructura recta, la manga larga y el largo hasta el suelo estilizan y alargan la silueta, dejando el protagonismo al escote en pico que se cierra en el cuello con una lazada de terciopelo negro. Visualmente, ese gesto dibuja un escote con forma de lágrima que aporta un aire retro y sofisticado. Es el detalle que convierte un buen vestido en un look inolvidable.
El patrón recto evoca el cabaret de los años 20, pero el acabado en lentejuelas y el tul limpio lo traen a la alfombra roja con elegancia contemporánea. No hay excesos, hay intención: cada material está donde tiene que estar para crear movimiento, brillo y ritmo sin saturar.
Para completar el estilismo, recogido pulido que despeja el rostro y cede todo el foco a la arquitectura del vestido. La clave, ese flequillo recto y corto que guiña a los cortes bob estructurados que las flappers convirtieron en símbolo y que Louise Brooks eternizó en el cine. Pequeño gesto, gran mensaje: cuando el peinado dialoga con la moda, la imagen se vuelve icónica.
Mejor optar por piel luminosa, labio definido y mirada en negro suave. El maquillaje no compite, susurra. Deja que el vestido cante.
El Festival de San Sebastián convierte cada estreno en una postal. Parecido a un asesinato, adaptación del libro de Juan Bolea dirigida por Antonio Hernández, se presenta en casa grande y Blanca marca el tono con un look que enlaza tradición cinematográfica y moda actual. La alfombra roja no es disfraz; es narrativa visual: sitúa a la actriz en el género, en la atmósfera, en la promesa. Y aquí la promesa es clara: misterio elegante con destellos de jazz.
A su lado, Eduardo Noriega, Tamar Novas y Claudia Mora completan un elenco que huele a thriller cuidado. La foto del equipo funciona porque hay cohesión estética y actitud: cada uno en su registro, todos en la misma película.
Busca una silueta recta en tul o gasa, con transparencias controladas y flecos (si son de lentejuelas, mejor). El truco está en el peso del tejido, para que los volantes se muevan sin perder caída.
Si no quieres cortar, flequillo postizo recto y recogido bajo. En maquillaje, iluminador sutil, eyeliner fino y labio rojo cereza o vino. Menos es más.
Sandalia minimal de tacón, bolso joya pequeño y joyas negras o plateadas. Evita sobrecargar: deja que el vestido cuente la historia.
Tiene relato, referencias y timing. En plena Donostia, con una película de suspense y una estética que apunta a la liberación femenina de los años 20, el estilismo de Blanca dialoga con la cultura pop: El Gran Gatsby, los clubs de jazz, el bob que aún hoy es sinónimo de carácter. Y lo hace sin nostalgia plana, porque Harris Reed actualiza la silueta con transparencias inteligentes y un cuello-lazo que estructura la mirada.
Blanca Suárez firma uno de los grandes momentos de la alfombra roja del Festival de San Sebastián. Moda que entiende el cine, cine que entiende la moda. Y un dress code que, sin gritar, se queda en la cabeza y en el feed.
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