Las publicaciones en papel, dícese: prensa, revistas e incluso los infaltables coleccionables de cada septiembre, puedo prometer y prometo que tienen futuro. Hace unos días leía un artículo en el cuál se da buena cuenta de la tendencia. Hasta ahora lo sencillo es tener una publicación on line, todo el mundo lo tiene: blogs, webs por un euro. Lo que será el nuevo lujo al que pocos tendrán acceso es tener una publicación en papel. Los grandes empresarios ya están en marcha para recuperar ediciones en formato tradicional. El papel no ha muerto, viva el papel¡ Como decía, la tendencia es volver cuatro pasos atrás. Optimizar las redes sociales como un complemento al medio de comunicación clásico; eso convierte la relación con el usuario, público o consumidor en un diálogo multidisciplinar. Un ejemplo: la radio, los más agoreros auguraban su cierre inminente, la desaparición total, sin embargo, las redes sociales están dando una visibilidad y una relevancia a la radio, que antes no tenía, o que en todo caso había perdido, por supuesto hay quien emplea bien el tirón y hay quien aún no se acostumbra o no le da importancia, pues no basta subir una foto a Facebook y ya está, además hay que dotar de contenido, movimiento, apostar por ideas novedosas para que la participación sea en dos líneas. Lo dicho, la salvación. Con esta idea de darle la vuelta a los medios para conseguir mantenerse o reinventarse, nace ahora Screenly, una plataforma española que podría convertirse en el rescate de las salas de cine. Funciona de dos maneras: los usuarios pueden escoger un film que esté disponible en el catálogo de Screenly, se organiza la proyección y se difunde por las redes sociales, si se consigue el aforo necesario la película se proyecta, si no, no pasa nada. Como reza su web “riesgo mínimo y beneficio para todos”. Otra fórmula es, un usuario o entidad propone una cinta determinada, difunde el “evento” por las redes sociales, se apuntan todos los que quieran y si se llega al aforo mínimo, el film se proyecta el día y hora que se haya acordado. Renovarse o morir. En México por ejemplo, existe un formato parecido pero adaptado a la música, se llama Bandtastic propone que los usuarios decidan los conciertos que quieren ver, si consiguen llegar a la cantidad acordada para llevarlo a cabo el evento se realiza. Estamos en la era del consumidor, él decide, y si queríamos poder, toma dos tazas. Ahora el empresario estará a merced de la decisión del público, pero con un riesgo económico mínimo.
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