Palomo Linares y Marina Danko pasaron su luna de miel en la Isla hace 34 años. Unos siete lustros después el extorero y la exmodelo están a punto de separarse. En el Meliá Mallorca, en cuyos bajos se ubica hoy el Capuccino, se encerraron durante 48 horas en una de sus suites presidenciales, sin pisar el Paseo Marítimo. José Tur Olmo, entonces director del hotel de la cadena que llevaba el nombre de su fundador, Jose Meliá Sinisterra, los recibió en la escalinata del establecimiento y no los volvió a ver hasta dos días después de su llegada. En ese tiempo solo fueron vistos por los camareros que les sirvieron los almuerzos y las cenas. La boda del diestro de Jaén y la bella colombiana fue sonada y los diarios de la época, en especial Pueblo, le dedicaron un gran espacio, al igual que las revistas del corazón. A los nueves meses de haber estado en el antiguo Bahía de Palma, nacería el primer hijo de una pareja que nunca perdió el protagonismo mediático. Un reportero del diario Baleares, de 24 años, RC, montó guardia en el hall del hotel y fue testigo con Tur Olmo del encierro del torero de Linares y la modelo latinoamericana en una de las habitaciones más lujosas del establecimiento posteriormente reconvertido en apartamentos. Los días de vinos y rosas han acabado por marchitarse. El Meliá Mallorca siguió alojando a personajes famosos a pesar de la competencia del Victoria y del recién inaugurado Valparaiso. José Tur, hoy presidente del Fomento de Turismo de Ibiza, y su sucesor, Ángel Palomino, vivieron los últimos momentos de esplendor de un hotel que cobijó el programa periodístico Club de Medianoche.
