Un chaval de 14 años, JCM, hijo de una conocida familia del sector turístico mallorquín, vivió una odisea en el aeropuerto de Barajas a primeros de este mes. Fue obligado a dejar el asiento que ocupaba en el avión de una conocida aerolínea regular que cubría el trayecto Madrid con Palma. “Lo sentimos, hijo, pero hay “overbooking” en este vuelo -el de las 16 horas- y tienes que dejar tu asiento a otro pasajero”, le comentó sin más explicaciones una de las azafatas de la compañía aérea. El joven mallorquín abandonó el avión aturdido, impotente y al borde de un ataque de nervios. Se encontró sólo en la T2 sin saber qué hacer. Por indicación de su padre -vía móvil- se dirigió a las dependencias de la Guardia Civil. El cabo responsable de las terminales 1, 2 y 3 lo arropó y acabó poniendo firme a los mandos de la compañía. JCM fue recolocado en otro vuelo que salio 4 horas más tarde. La familia de JCM ha denunciado a la compañía y estudia poner el caso, además, en manos de una organización de consumidores. Han descartado la vía penal, pero jurídicamente van a por todas. En la aerolínea dan largas en todos los departamentos donde se han dirigido. “El cabo de la Guardia Civil no salía de su asombro con el comportamiento de la compañía aérea -de nacionalidad española- y les echó una buena bronca”, señalan a mallorcadiario.com sus padres. “Los dejaron literalmente tirado, sin opciones, como si fuera un paquete”, remarcan sus progenitores.





