Eso dicen todos, los empresarios, los lobbys y hasta los sindicatos. El 2015 será un año record de los que harán historia. Las razones las encontraran en la prensa de hoy. Exceltur, catedráticos de Economía, políticos, empresarios y toda la sociedad coinciden que habrá más turistas que nunca y que se gastaran más dinero que nunca. Habrá tantos, que yo ya pienso en alquilar mi piso e irme a vivir con algún amigo para ganarme unos eurillos de más. No se rían, que es lo que piensan miles de residentes en zonas con casita, piso, apartamento o chalet, que sospesan la posibilidad de alquilar su vivienda los meses de julio, agosto y septiembre e irse a casa de algún familiar. Lo mismo que hace más de 30 años ya hacen muchos propietarios en las zonas de costa: Andratx, Pollensa, Alcúdia, calas de Mallorca, Felanitx y Santanyi. Y no menciono Menorca, Eivissa y Formentera, ya que allí es mucha mayor la oferta irregular e ilegal de alquiler de alojamientos turísticos. Ya verán como el año que viene, el que gobierne aprobará una modificación de la ley para acabar con este desmadre. Y es que los hoteleros ya no pueden construir más y para subir precios y ganar más, deberán acabar con los ilegales. Será el mejor año de todos. Pero también el peor. Lo será para los más de 60.000 trabajadores que tienen un contrato a tiempo parcial, en el que cotizan por tres o cuatro horas al día, algunos días de la semana y por el que trabajan seis o siete días, 10 horas. Lo dicen los sindicatos y no lo desmienten los empresarios. Y ese es el verdadero problema. Rompo la lanza a favor de las grandes empresas hoteleras de Baleares, que han demostrado que ellos sí que cumplen con los convenios colectivos y que sí que se preocupan del bienestar de sus plantillas. Invierten una parte importante de los beneficios en la formación de sus trabajadores y en ofrecerles mayores compensaciones que mejoren su sueldo y la calidad de sus vidas. Ellos, los Barceló., los Escarrer, Los Rius, los Fluxa están cumpliendo con su responsabilidad social corporativa. Pero por desgracia hay demasiados empresarios, sobre todo de pequeños negocios con menos de seis trabajadores, que los explotan durante seis meses y los despiden sin consideración para substituirlos por otros a menor coste. Y ese es el verdadero problema. Solo la inspección de trabajo y la denuncia de los trabajadores con contratos en precario podrán parar esta vergüenza del sector económico más importante de Baleares y por extensión de toda España.
