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Turistas procedentes de Nueva York en el vuelo inaugural con Palma de United Airlines.
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Turistas procedentes de Nueva York en el vuelo inaugural con Palma de United Airlines. (Foto: J. Fernández Ortega)

El turismo norteamericano gana presencia en Mallorca

domingo 03 de septiembre de 2023, 04:00h

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Uno de los factores fundamentales es la buena conexión aérea existente entre Palma y Nueva York, que hace que Mallorca se haya convertido en un destino europeo predilecto, algo inimaginable hace unos años. Se trata de un turismo de nivel adquisitivo medio-alto, que disfruta de la cultura, naturaleza y gastronomía de Mallorca.

Vuelo inaugural de United Airlines entre Nueva York y Palma.
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Vuelo inaugural de United Airlines entre Nueva York y Palma. (Foto: J. Fernández Ortega)

El buen posicionamiento del que goza Mallorca en Estados Unidos se vio reflejado el pasado mes de abril durante la celebración de las jornadas del Spanish Tourism Summit 2023, organizadas por Turespaña, en las que se congregaron cerca de 75 agentes de viajes y turoperadores norteamericanos con el objetivo de posicionar España, y en concreto Mallorca, entre los destinos europeos más atractivos para Estados Unidos y Canadá. La buena conectividad de que dispone, con vuelos directos de United Airlines los lunes, miércoles y viernes, hace que las cifras de visitantes provenientes de Estados Unidos alcancen registros considerables.

Pedro Fiol, presidente de AVIBA, recalca que el vuelo directo “facilita la conectividad ya que hasta ahora tenían que hacer como mínimo dos escalas desde algunas ciudades”. El hecho que haya conexiones directas hace que el destino “sea mucho más atractivo”. Debido al volumen de población, “el flujo de ventas que ejecutan los norteamericanos para conocer Mallorca, es mayor, alcanzando el 80%”. Los meses de mayor volumen son julio y agosto.

EXPERIENCIAS INMERSIVAS

La distancia que hay entre ambos destinos, hace que las estancias del turismo americano sean largas, mínimo de una semana, cosa que provoca según Fiol “que no se queden en un sitio fijo y que les gusten las experiencias inmersivas, es decir, suelen alternar hoteles de playa con hoteles de interior para conocer las costumbres locales”.

Estas largas estancias requieren de una planificación previa al contratar los paquetes. “En el turismo americano el last minute no funciona, ya que son operativas que se hacen con mucha previsión.

Uno de los factores que provoca la curiosidad por nuestras costumbres y cultura, es la ausencia de una tradición cultural arraigada y “quedan admirados por el contenido histórico de nuestras ciudades”. El hecho de no permanecer en un sitio fijo durante toda la estancia, hace que rompa con el prototipo de viajero tradicional.

En este sentido, Fiol recalca que “un gran porcentaje de visitantes norteamericanos se organicen en función del número de pernoctaciones y las agencias nos amoldamos a sus preferencias. En muchos casos son las agencias receptoras las que ofrecen el servicio en función del viaje que se les haya diseñado”. Es un turista al que le gusta tener libertad absoluta para moverse, de ahí “que muchos alquilen coches privados para moverse”.

PALMA

Aunque a los americanos les guste recorrer la isla de Mallorca y alojarse en distintos lugares, la ciudad de Palma tiene un atractivo especial para ellos. Según nos cuenta Javier Vich, presidente de la Asociación Hotelera de Palma y Cala Mayor (ASHPAMA), “aunque los vuelos empezaran más tarde, este año se puede hablar de consolidación”.

El turismo de cruceros es fundamental “para que los americanos se alojen en nuestra planta hotelera al coger Palma como puerto base para realizar cruceros por el Mediterráneo, y se suelen alojar entre 5 o 7 días”. Como he mencionado anteriormente, el turismo americano valora mucho el componente cultural, este hecho hace que Palma les motive especialmente. En este sentido, Vich indica que “de los 80 hoteles que posee la ciudad de Palma, hay aproximadamente 8 cuyo mercado principal sea el americano. Esto se debe a la buena conectividad que existe, si bien desde la asociación reclamamos que, visto el éxito que ha tenido el vuelo directo, se exploren la posibilidad de conectar Palma con otras ciudades relevantes de Estados Unidos y Canadá”.

LUJO

El turista americano que viene a Europa, generalmente goza de una situación económica bastante desahogada. Este hecho provoca que no le importe desembolsar cantidades económicas considerables durante sus vacaciones, si el producto está a la altura de las expectativas. Mallorca se está desarrollando como potencial destino de lujo del Mediterráneo, y el turista americano es consciente de esto debido al buen número de establecimientos dedicados al turismo premium se están abriendo en Mallorca.

María Renart es la gerente de Essentially Mallorca, la asociación que engloba empresas dedicadas turismo de lujo, referente al crecimiento del sector lujo en Mallorca, explica que “estos últimos años las inversiones hoteleras son de grandes marcas internacionales (Mandarín, Four Seasons, Belmont, Kimpton,) y suponen un polo de atracción importante en el mercado americano”. Observamos que el incremento del turismo americano ha traído consigo inversiones por parte de empresarios estadounidenses, como es el caso de Drew Aaron, un coleccionista de arte que ha visto en Mallorca el sitio ideal para montar Gallery RED, una galería de arte situada en el centro de Palma que alberga obras de artistas emergentes de talla internacional.

En cuanto a la evolución de Mallorca como destino de lujo para el cliente americano, Renart destaca que “en los últimos años hemos estado promocionando Mallorca como destino. Concretamente en el mes de mayo hemos realizado la presentación de destino a 80 agentes de viaje en Miami, aparte de otra en Houston que congregó alrededor de 50 agentes”.

TURISTA ACTIVO Y FIEL

Una de las cadenas hoteleras americanas que tiene una fuerte presencia en Mallorca es Marriott, que gestiona los hoteles St Regis Mardavall Mallorca, Castillo Hotel Son Vida y Sheraton Mallorca Golf Hotel, todos ellos constituyen una importante oferta del turismo premium. Su director de área, Stin Oyen, nos desgrana unos aspectos referentes al comportamiento, hábitos, manera de planificar las vacaciones, etc que tiene el cliente americano en uno de sus establecimientos, el St Regis Mardavall.

Es un perfil de cliente muy detallista, al que no le gusta improvisar sus vacaciones. Por este motivo le gusta planificar sus vacaciones bastante rigurosamente. Una canal importante son las agencias de viaje de lujo, “un intermediario que les organiza el viaje completo, que está en contacto directo y organiza cada detalle del viaje”. Marriot cuenta con un programa de lealtad, cuya membresía puede hacer la reserva por este canal, así que un porcentaje, quizá algo menor que el anterior, opte por esta opción. “El americano siempre busca una referencia de calidad, y de ahí que les atraiga nuestra marca que tiene un prestigio que les asegura que todo va a salir como ellos desean”. El rango de edad es muy variado, “desde niños hasta jubilados, aunque la más frecuente va desde los 40 hasta los 60”.

Los niveles más altos de ocupación claramente “se observan de junio a septiembre”, pero también se está produciendo un incremento fuera de lo meses fuertes de la temporada. “Estamos viendo un aumento de los viajes en grupo, desde septiembre hasta noviembre, debido a los viajes de incentivos realizados por distintas empresas con las que colaboramos”.

En cuanto al comportamiento, cabe resaltar que es un “turista activo que no se conforma estar encerrado en el hotel”. Le gusta conocer los pueblos de Mallorca, apreciar nuestra gastronomía, y valora mucho el producto local. El turista americano tiene una buena educación gastronómica, al estar acostumbrado a moverse por todo el mundo. Es un cliente que no escatima en gastos en sus vacaciones, circunstancia que hace que quiera que su estancia se adapte plenamente a su bienestar. “Es un cliente agradecido, ya que tiene mucha cultura de propina, pero a la vez es un turista muy exigente en algunos aspectos concretos como es el caso de tener siempre la habitación fría donde se alojen”. Detalles como este repercutirán directamente en su fidelización, “si todo es de su agrado suelen repetir, pero debido a la larga distancia, no es normal que vengan cada año a Mallorca”, concluye Oyen.

Finalmente, el componente deportivo es un rasgo distintivo del turista americano, hecho que se ve reflejado en la práctica del cicloturismo. “Es un huésped al que le gusta estar activo y practicar deporte; de ahí que madruga más que la media, desayuna pronto, utiliza bastante el gimnasio, etc.”

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